Actualmente, King Long importa las unidades desde China y realiza un ensamble parcial en Torreón. Sin embargo, la meta es clara: que, a partir de octubre de 2025, la planta de Torreón ensamble el 100% del vehículo, utilizando al menos un 40% de componentes nacionales, como lo establecen las normas mexicanas.
“Hoy tenemos 75% componentes chinos y 25% mexicanos. Debemos elevarlo al 40% o más si es posible”, explicó Hickes.
La nueva estrategia de ensamble requerirá el abastecimiento local de componentes críticos, como asientos, poleas, escapes, sistemas de seguridad, bandas de distribución, diferenciales y un componente clave llamado ‘manifold’.
Para ello, King Long solicita que los proveedores cuenten con certificaciones ISO 9001:2015 e IATF 16949, así como con las normas mexicanas de seguridad aplicables, especialmente en productos como asientos, cuya homologación es indispensable para el ensamblaje legal de los vehículos.
A los posibles proveedores se les evalúa por calidad del producto, capacidad de producción, disposición logística, y, sobre todo, por su apertura a formar parte de un proyecto a largo plazo.

El directivo añadió que no están peleados con el precio, pero buscan calidad y excelencia.
“Queremos ofrecer movilidad con estándares superiores, incluso si eso significa sacrificar un poco el margen”, afirmó Hickes, destacando que King Long está comprometido con brindar productos robustos, duraderos y competitivos.
Red de valor hecha en México
King Long se enfoca en la producción y ensamblaje de minivanes y vehículos de carga. King Long también tiene una presencia en otros países, incluyendo China, donde es un líder de mercado en autobuses y furgonetas.
La marca ya cuenta con presencia en 29 estados, 19 distribuidores y más de 1,500 unidades vendidas en el país.
King Long ofrece una oportunidad real de integrarse a una red de proveeduría en crecimiento. Su modelo de negocio, enfocado en minivanes para transporte personal, turismo, logística y uso familiar, incluye versiones de carga y una completamente eléctrica al 100%, con una estimación de crecimiento del 7% en 2025 y 9% para 2026.
“Queremos que la riqueza se quede en casa. Si yo vendo una camioneta, ustedes venden componentes y el cliente nos compra a todos. Es una cadena de valor que funciona cuando se construye localmente”, concluyó.