Villaseñor calculó que el 65% de la proveeduría de Galnik es nacional derivado de que importa insumos como compuestos químicos y aleaciones de alta pureza, principalmente de Estados Unidos, Europa y Asia.
“Hemos logrado sustituir alrededor del 25% de nuestros insumos importados mediante alianzas con empresas mexicanas. Incluye especialidades químicos, empaques y materiales de enmascaramiento. Nuestro objetivo es seguir incrementando el contenido nacional con la sustitución de importaciones clave”.
Villaseñor añadió que la empresa de recubrimientos superficiales busca a proveedores nacionales que ofrezcan materias primas como metales y especialidades químicas. Servicios de mantenimiento industrial, gestión de residuos peligrosos, servicios de calibración y pruebas de laboratorio.
También, insumos indirectos como equipos de seguridad y automatización; y tecnología para monitoreo y optimización de procesos.
Los requisitos que deben cumplir los proveedores para formar parte de su cadena de suministro son contar con sistemas de Gestión de Calidad o certificados; sistemas de trazabilidad en materiales e insumos; competitividad en costo, tiempo de entrega, y sostenibilidad; y flexibilidad y capacidad de innovación.
¿Quién es el mejor proveedor?
El director consideró que el mejor proveedor para Galnik, es aquel que combina la calidad constante con el cumplimiento de las especificaciones sin fallas; el cumplimiento logístico con la entrega puntual y confiable; así como la adaptación tecnológica, alineada con las tendencias de la industria.
“Y la relación a largo plazo: Socios estratégicos, no solo un proveedor”, subrayó.
Cabe mencionar que este proceso de selección se basa en la evaluación de la calidad, el cumplimiento normativo, la sostenibilidad y la capacidad para adaptarse a los requerimientos técnicos específicos del sector automotriz.
“Realizamos auditorías, visitas a plantas y reuniones técnicas para garantizar que los proveedores cumplan con nuestras expectativas y las de nuestros clientes”, explicó el directivo.
Lo anterior incluye la Identificación para explorar opciones a través de encuentros de negocios y eventos de vinculación; también, con base de datos de diversas asociaciones a las que pertenece Galnik.
Después la evaluación en la que solicitan certificaciones de los sistemas de gestión de calidad, y ambiental en algunos casos; además, se analiza la capacidad de producción, solvencia, infraestructura y experiencia. Posteriormente se realizan pruebas piloto: “Pedimos lotes de prueba para evaluar el desempeño de los insumos o servicios en nuestras líneas de producción”, refirió.
Y por último, la homologación para formalizar la relación con contratos a largo plazo, a fin de garantizar estabilidad y confiabilidad.
Por último, Villaseñor hizo hincapié en que la proveeduría mexicana es altamente capaz, rentable y cada vez más competitiva.
“Hemos visto avances significativos en términos de calidad, innovación y sostenibilidad. Además, su cercanía geográfica y cultural, es una ventaja frente a la importación. Necesitamos seguir trabajando juntos para fortalecer nuestra industria y nuestra economía”, señaló.