La doctrina de Friedman, también llamada teoría de los accionistas es una teoría de ética empresarial avanzada elaborada por el economista Milton Friedman. En ella, Friedman determina que el único objetivo de una empresa es generar el máximo beneficio posible para sus accionistas.
Hoy en día, esta explicación está anticuada y probablemente sea irresponsable.
Las empresas siguen queriendo que su trabajo genere beneficios, eso no es negociable. Sin embargo, el beneficio no puede estar por encima de las personas y el planeta. Empresas de todos los tamaños y sectores se centran ahora en otro aspecto innegociable del negocio: la sostenibilidad.
Los objetivos de sostenibilidad de las empresas suelen coincidir con los acuerdos publicados y aprobados a nivel mundial, como los del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Sin embargo, también es importante desarrollar objetivos específicos para cada empresa que contribuyan a mejorar las credenciales de sostenibilidad y, al mismo tiempo, apoyen el crecimiento del negocio. Así pues,
¿cómo deben las empresas manufactureras fijar sus propios objetivos?
Objetivos con un lado personal
Los objetivos de sostenibilidad deben verse reflejados e influir en los procesos neurálgicos de la empresa. Al crear una nueva política de sostenibilidad, las empresas corren el riesgo de recurrir al blanqueo ecológico; es decir, dedicar tiempo y dinero a promocionarse como respetuosas con el medio ambiente, en lugar de minimizar realmente su impacto medioambiental.
Entonces, ¿por dónde pueden empezar los fabricantes? Hay aspectos sencillos que cualquier empresa puede solucionar como establecer proyectos de reciclaje a pequeña escala o limitar el uso de papel en las reuniones de trabajo son medidas que prácticamente cualquier empresa puede adoptar. Estos son pequeños puntos de entrada para ir incorporando medidas sostenibles en el lugar de trabajo, pero no bastan como estrategia de sostenibilidad integral para una empresa de fabricación o ingeniería.
Lo ideal sería que las medidas sostenibles fueran dirigidas a mejorar funciones de su modelo de negocio principal directamente relacionadas con la posición de la empresa en el mercado. En Sandvik Coromant, por ejemplo, desarrollar innovaciones de mecanizado va en sus genes. Las herramientas y plaquitas, como las calidades de torneado y las herramientas de taladrado industrial, son su especialidad.
Dado que el negocio de Sandvik Coromant se basa en la venta de herramientas de corte efectivas y pioneras, entienden a la perfección la necesidad de incrementar la sostenibilidad en esa área. Desde hace años, Sandvik Coromant ofrece un programa de reciclaje de metal duro que permite a los clientes vender sus herramientas usadas a Sandvik Coromant para que las recicle. También ofrece un servicio de reacondicionamiento de herramientas, para que sus herramientas gastadas, pero aún utilizables, puedan restaurarse a su estado original. Ambos servicios se enfocan en su objetivo de sostenibilidad de conseguir una circularidad superior al 90 % para 2030.
En última instancia, alinear los objetivos de sostenibilidad con su modelo de negocio principal garantizará su integridad, creando un hilo conductor entre lo que es y lo que hace. Tener objetivos que respaldan el modelo de rentabilidad existente de la empresa los hará más fáciles de asumir e integrar.
Información fiable
Los objetivos de sostenibilidad deben basarse en datos medibles. Los fabricantes pueden inspirarse en diferentes marcos de trabajo, como los Science Based Targets (objetivos basados en ciencia) de la WWF, que proporcionan a las empresas un camino claramente definido para reducir sus emisiones en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Los objetivos están «basados en ciencia» si se ajustan a lo que la ciencia climática más reciente considera necesario para cumplir los objetivos del Acuerdo de París: limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados (°C) por encima de los niveles preindustriales y las estrategias para reducir el calentamiento a 1,5 °C.
Otro marco de trabajo importante es el de los ODS de la ONU. Cada uno de estos 17 objetivos tiene metas específicas que deben alcanzarse para 2030, como la creación de comunidades sostenibles, la inversión en innovación e infraestructuras y la garantía de un consumo y una producción responsables. Obviamente, los principales responsables de alcanzar los ODS son los gobiernos, pero se sobreentiende que no podrán alcanzar el nivel de cambio necesario sin ayuda de las empresas. Al fin y al cabo, la actividad empresarial —tanto positiva como negativa— afecta a todos los objetivos.
Para hacer un seguimiento de la contribución neta de las empresas a los ODS de la ONU, se les puntúa en función de su contribución positiva o negativa a cada uno de los 17 objetivos. El marco se centra en un documento de consulta desarrollado en colaboración con la OCDE, en 2018. Las políticas, las operaciones, los productos y servicios, así como las prácticas de las empresas se analizan según la información comunicada y disponible públicamente.
Tiempo de análisis
Crear objetivos de sostenibilidad es fundamental, pero si no se analiza el progreso y se actúa en consecuencia, la empresa limita su eficacia. Además de buscar inspiración en fuentes externas, los datos también proporcionan un marco para estos objetivos y son un elemento clave para garantizar que las empresas rindan cuentas.
Es importante que las empresas comiencen por analizar su situación: ¿Cuánto reciclan? ¿Cuántos residuos genera su proceso de producción? ¿Utilizan alguna forma de energía renovable? La mayoría de las empresas manufactureras disponen de varios programas informáticos que pueden proporcionar esta información, desde los sistemas de ejecución de la fabricación (MES), la planificación de recursos empresariales (ERP), hasta el control de supervisión y adquisición de datos (SCADA). Comprender su punto de partida y reflejarlo en datos le ayudará a informar sobre sus indicadores clave de rendimiento (KPI).
Sin embargo, los datos no solo deben evaluarse cuando se establecen nuevos objetivos. Los fabricantes deben supervisar continuamente su progreso a intervalos regulares y utilizar los resultados para saber si van por el buen camino o si hay que tomar más medidas. Una vez más, las buenas plataformas de software deberían ser capaces de proporcionar datos históricos utilizando las tecnologías del Internet de las Cosas (IoT).
La sociedad ya colabora para cumplir muchos de los objetivos de sostenibilidad. También corresponde a las empresas, especialmente a las de la industria manufacturera, elaborar sus propios objetivos, reflejo de su negocio. Tener objetivos colectivos y trabajar para alcanzarlos es fundamental, sin embargo, cada empresa es una entidad independiente y es igualmente esencial que todos los fabricantes se tomen el tiempo necesario para definir sus propios objetivos de sostenibilidad individuales para impulsar la eficiencia y contribuir a un futuro de la industria más sostenible.