A casi dos años del inicio de la pandemia de COVID-19, México y el resto del mundo están listos para mejorar su situación económica, pero ¿será sencillo lograrlo?

José Efrén Cornejo Garza, director de la Licenciatura en Economía de la Universidad de Monterrey.
» José Efrén Cornejo Garza, director de la Licenciatura en Economía de la Universidad de Monterrey.
De acuerdo con José Efrén Cornejo Garza, director de la Licenciatura en Economía de la Universidad de Monterrey, se deben tener en cuenta tanto diversos indicadores económicos como el PIB, la inflación y el desempleo, así como otros elementos tales como la propagación de la variante ómicron y las desigualdades en vacunación que dejó al descubierto la pandemia, para saber si el 2022 augura un cambio positivo en la economía.

El profesor explicó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que la economía mexicana pueda crecer 3.3 % este año y 2.5 % en 2023, pero afirmó que estas tasas no serán suficientes para compensar el decremento de la economía nacional en 2019 y 2020. No obstante, sí se puede hablar de recuperación económica marginal.

“Se puede lograr, primeramente, porque las exportaciones mexicanas se ven favorecidas debido a la paulatina recuperación de Estados Unidos, así como al aumento en el consumo por una mejoría gradual del mercado de trabajo y por el mayor porcentaje de población vacunada, y otro factor que incidirá en la recuperación del PIB serán las inversiones que se verán favorecidas por los proyectos de infraestructura que se tienen previstos”, comentó.

El especialista indicó que se puede tener confianza, pero con medida, pues la cuarta ola de COVID-19 y la variante ómicron en México y Estados Unidos podrían afectar negativamente estos factores y, por ende, la esperanza de la recuperación económica.

Por otra parte, “la inflación ha sido un dolor de cabeza para la economía mexicana”, expresó el profesor de la UDEM, quien señaló que el 2021 cerró con una cifra más allá del doble de la meta oficial, según los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de Banxico, con 7.2 %, y aunque es posible esperar que la inflación de 2022 sea mucho menor (4.12 %), esta se ubicará aún por encima de la meta oficial del 3 por ciento.

“Aunque se prevé que la tasa inflacionaria pueda reducirse, es posible que seguirá siendo un problema para la economía mexicana debido a la existencia de dos aspectos esenciales: el componente inercial de la inflación, que actualmente está a la alza, y a que los productores han tenido que asimilar, a costa de sus márgenes de utilidad, el aumento de sus costos de producción, pero esto no se podrá mantener por mucho tiempo, por lo que eventualmente se reflejarán estos aumentos en mayores precios al consumidor”, aclaró.

Calidad de empleo


En cuanto al desempleo, se ha visto una recuperación parcial y se estima que en este año la cifra baje a 3.7 %, pero Cornejo Garza pide no enfocarse solo en el número, sino en la calidad de los trabajos recuperados y el sueldo con el que se reactivaron.

Estos indicadores anteriores, sumados a un eventual aumento de los ingresos tributarios por la reforma fiscal aprobada por el Congreso de la Unión, ayudan a visualizar escenarios positivos para la recuperación económica este año; sin embargo, se deben considerar algunos factores que ponen esta situación en alerta, como lo son el turismo, el consumo y la inversión que se encuentran en niveles inferiores a los que se tenía antes de la pandemia, lo que obliga a reforzar su crecimiento.

“Se puede ser optimista, pero con cautela; el panorama aún no ofrece signos claros de una mejoría real y evidente con la que podamos estar en condiciones similares a 2018. La economía mexicana podría mejorar en este año, aunque esto no significará haber salido de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, ya que todos los indicadores muestran que la recuperación será marginal e insuficiente para contrarrestar al 100 % los efectos de esta pandemia”, finalizó.