La gerente de compras de Luveka Plastics informó que la empresa está en búsqueda de desperdicios de plástico, como pueden ser piezas, tarimas, entre otros desechos.
“Esperamos tener más empresas que quieran vender sus desperdicios de plástico para poder reciclarlos, pueden ser piezas y purgas. Muchas de las empresas que hacen partes automotrices como puertas de coche e insertos de plástico para los coches, tienen desperdicios, y nos venden purgas, plastas, piezas y tarimas”, explicó.
Todo lo anterior es reciclado por Luveka, quien después fabrica nuevos materiales o productos como sillas y cubetas, incluso, lograr generar materia prima que se distribuye a las mismas empresas.
La especialista en compras de Luveka dijo que cualquier empresa que venda desperdicio industrial puede formar parte de su cadena de suministro, en donde se acepta desde una tonelada hasta 200.
“Cualquier empresa puede acudir a nosotros, ya sean empresas automotrices, línea blanca, de plásticos. Trabajamos materiales plásticos como polipropileno, etileno, nylon y algunos otros, tarimas, purgas, piezas o lo que sea en partes plásticas”, abundó al recalcar que el principal requisito es que el desecho sea post industrial y no post consumo.
Remeta busca materiales ferrosos
Otra de las empresas que está en busca de proveedores nacionales, es Remeta, la cual tiene como requerimientos los desechos de materiales ferrosos y no ferrosos.
Los materiales que contienen hierro como elemento base, tal es el caso de las aleaciones y el acero, son los requerimientos de esta empresa mexicana de reciclaje de materiales industriales.
Esta compañía tiene plantas de reciclaje en San Luis Potosí y Querétaro, sin embargo, la presencia de Remeta no solo es a nivel nacional sino internacional, porque exportan a ocho países en tres continentes.
El gerente de compras en Remeta detalló que la compañía tiene 10 años de experiencia en reciclaje del scrap o todos los desechos generados por los procesos industriales y que tiene el objetivo de ampliar su base de proveeduría.
“Tenemos recolección, transporte, lo procesamos en la planta y creamos materia prima para el cliente final; al mes estamos recuperando más de mil toneladas de desperdicio. Las convertimos en materia prima limpia para fundidoras o para el reciclador final que se dedica a hacer nuevos productos”, explicó.
Enfatizó que los requisitos son mínimos para la proveeduría mexicana, ya que, Remeta cuenta con las certificaciones de calidad y regulaciones del medio ambiente.