De acuerdo a un comunicado de la armadora; la combinación de experiencia y creatividad de un equipo multicultural le ha permitido a la planta de San Luis Potosí, construir con éxito vehículos BMW Serie 3 para el mercado mundial.
Jörg Willimayer, presidente y CEO de BMW Group Planta San Luis Potosí comentó que en México y en San Luis Potosí, han encontrado mano de obra altamente calificada así como una sólida red de proveeduría.
“México funge como una excelente plataforma para la producción de vehículos gracias a su ubicación estratégica, su potencial de crecimiento y el alto nivel de experiencia de su gente dentro del sector automotriz. Después de un año de haber iniciado operaciones, nos encontramos sumamente felices y convencidos de que escogimos el lugar correcto para establecer una de las Plantas más innovadoras y sustentables de nuestra red de producción”, dijo.
El favorito
Gracias a la combinación del talento de su personal y la tecnología más avanzada, BMW Group Planta San Luis Potosí comenzó a producir la séptima generación del icónico BMW Serie 3 en 2019.
Con más de 15 millones de vehículos vendidos en más de 130 países, el BMW Serie 3 es el modelo más exitoso de la marca. Junto con las plantas de BMW Group en Múnich y China, la Planta de BMW Group en San Luis Potosí se enorgullece de fabricar el BMW Serie 3 para el mercado mundial.
Se estima que a más de un año de haber iniciado sus operaciones, la planta de San Luis Potosí ha producido casi 40,000 unidades a través de tecnologías altamente digitalizadas de la Industria 4.0.
Planta pionera
La Planta de BMW Group en San Luis Potosí es pionera en el campo del mantenimiento inteligente gracias al conjunto de tecnologías y uso del software “Smart Maintenance”, que a través de una modernización de procesos logra una reducción del 20% en el tiempo de trabajos de mantenimiento aprovechando la inteligencia artificial, así como dispositivos electrónicos y móviles para apoyar a los técnicos en dichas tareas.
En la línea de Ensamble, la colaboración entre los humanos y los robots es evidente. Sin barreras entre ellos, un empleado aprieta los tornillos para conectar la placa flexible del motor con el convertidor de par de la transmisión mientras que el robot que está a su lado utiliza su fuerza para girar el motor con gran precisión.