Así, crearon Opusdust: Supresor de polvos, un proyecto innovador que busca bajar la contaminación del aire en el campo de la construcción.
En su investigación, las estudiantes de noveno semestre en la carrera de ingeniero civil de la UDEM encontraron que el 78% del nopal que se cultiva en México, se desecha, pues únicamente se siembra para obtener de él la tuna, ello pese a que se trata de un alimento importante en el país. Con Opusdust, las estudiantes están recuperando ese desecho de nopal y dándole un nuevo uso que, a su vez, contribuye a disminuir el índice de contaminación en las ciudades. Las alumnas desarrollaron un biopolímero a partir del desecho de nopal, llamado Opuntia, que posteriormente se convierte en una solución líquida, que se aplica sobre los suelos de pedreras, construcciones, mineras o zonas de terracería para evitar el levantamiento de polvo que se produce por la acción del viento o paso de vehículos.
Las empresas están obligadas a prevenir el levantamiento de polvo en las áreas de construcción de las que se liberan partículas de todo tipo, como las PM2.5, que se relacionan con enfermedades del torrente sanguíneo y cardiovasculares. Para prevenir que los polvos se levanten, la técnica más utilizada es la de rociar agua con jabón, lo que puede contaminar los mantos freáticos, lagos y ríos.
“Utilizamos este tipo de material que se considera un desecho y le dimos una segunda vida. Hasta ahora tenemos un producto que funciona mejor que una de las alternativas que más se utiliza en la construcción en México y que es más accesible y económico”, comentó Oliva.
“Nunca nos imaginamos llegar hasta aquí, pero como estudiantes de Ingeniería Civil creo que tenemos ese compromiso de retribuir algo después de todo lo que estamos contaminando. El enfoque del proyecto se dio porque la carrera de Ingeniería Civil, en el ámbito de la construcción, genera mucha contaminación y quisimos tratar de mitigar un poco el impacto”, explicó María de Lourdes.
Proyecto innovador
En 2019, Opusdust participó como proyecto en la Expo-Ciencias Nacional 2019, que es el encuentro científico infantil y juvenil más grande del país, donde su propuesta logró colocarse entre los tres proyectos de investigación e innovación que recibieron un pase para representar a México en el Encuentro Internacional de Jóvenes Investigadores 2020.