En la planta de Querétaro se fabrican cabeceras, consolas centrales, sistemas para asientos y descansabrazos para autos premium y marcas comerciales, como BMW, Mercedez Benz, Chrysler, Daimler, GM, Ford, Toyota, Nissan, Tesla, Audi, Volkswagen y John Deere, aunque también se tienen negocios con otras industrias como agricultura, construcción, navieras y paisajismo.
La planta tiene una plantilla de mil 800 trabajadores, cifra que crecerá en 200 colaboradores para el cierre de año, con estimaciones de llegar a los 2,200 trabajadores hacia 2020.
“Esta planta tiene proyectos ya ganados para mantenernos estables hasta 2024, lo que quiere decir que son proyectos que tendrán una duración hasta 2029. Eso muestra muy buena estabilidad”, explicó.
Adelantó que debido a la importancia de los proyectos que se están logrando para los próximos años, la compañía se encuentra en la construcción de un nuevo edificio de oficinas, que se sumarán a los 24 mil metros cuadrados de capacidad instalada con la que cuenta actualmente.
Expansión de mercado
Destacó que este año el área de ventas ya comenzó a trabajar en el desarrollo del mercado nacional, lo que abre múltiples oportunidades para la compañía de crecer, ya que actualmente el 90% de su producción es para exportación hacia Estados Unidos y Canadá, únicamente el 10% se queda en el mercado nacional.
“Actualmente la planta se está remodelando, construyendo un edificio adicional para responder a los nuevos proyectos que se van a recibir y desarrollar. Una empresa como esta es un ente viviente, se mueve, siente, tiene necesidades, conforme pasa el tiempo se tiene que dar lo que necesita y adecuarla a los requerimientos. Estamos trabajando al 100% de capacidad”, declaró.
Grammer es especialista en el desarrollo y manufactura de sistemas y componentes para interiores, así como asientos para conductor y pasajeros para vehículos todo terreno, camiones, autobuses y trenes.