En la conferencia “La Industria Automotriz y la oportunidad que se abre para el sector del plástico”, el director del CLAUT, Manuel Montoya aseguró que las empresas que están dedicadas a producir piezas plásticas se encuentran en el mejor camino que existe en la actualidad para formar parte de la cadena de valor automotriz.
Ante la obligación que tienen las armadoras de contar con el 75% de contenido regional en sus autopartes, el interés de las empresas que pertenecen a su ecosistema por instalarse en México ha crecido, en un esfuerzo por alcanzar a cumplir con los estándares que marca el TMEC.
Así, este también es un momento de crecimiento para las empresas Tier2, que históricamente no han tenido grandes incentivos para mejorar sus niveles de profesionalización a la hora de dar servicio a las Tier1 y a las armadoras.
“Con las reglas de Nafta yo podía importar, meter a mi autoparte y por las reglas IMMEX no perdía, no había incentivos, hoy sí los hay y pues eso hará que los Tier1 le compren a Tier2 que están en México. Si hoy estoy importando estos componentes de Japón, hoy lo tengo que producir en México, o le digo a mi proveedor que venga a producir a México o busco proveedores aquí”, explicó Montoya, quien agregó que: “Desde el año pasado hemos tenido muchos acercamientos de empresas interesadas en instalarse en México, hemos visto a Tier1 que están buscando proveedores para sustituir importaciones, necesitan proveedores mexicanos, y explican que buscan proveedores de maquinados, estampados, plástico, ellos necesitan incrementar su contenido regional”, puntualizó Montoya.
La nueva revolución automotriz
Además del TMEC, las regulaciones en materia ambiental y las nuevas tendencias en la industria automotriz están jugando un papel fundamental en el incremento del plástico en los vehículos.
De acuerdo con Montoya, el plástico puede ser hasta cuatro veces más ligero que el acero y dos veces más ligero que el aluminio.
A menor peso, menor gasto de combustible, lo que tiene repercusiones positivas en un vehículo más económico y menos contaminante, es decir, será un automóvil que dejará una menor huella de carbono a lo largo de su vida útil.
“Los componentes que no van a desaparecer pueden ser ahora de plástico porque ya no van a tener esas exigencias de altas temperaturas, habrá otras que sí van a necesitarlas y seguirán usando acero, pero esas grandes partes que hoy tendrían que ser de acero, podrán ser sustituidas por plástico”, detalló el director del CLAUT.