Y hoy más que nunca las empresas que se están recuperando y desean retomar sus planes de crecimiento, deben incorporar prácticas que les eran ajenas de no ser requeridas por una autoridad o el regulador de nuestras certificaciones de calidad. >
En este momento de crisis sanitaria por el SARS COV2 en donde vemos diferentes escenarios a nivel mundial, en México experimentamos un momento de mejora que está siendo aprovechado para reactivar la economía, ¿pero será cierto que estamos superando la pandemia o es que estamos pasando por el ojo del huracán? Difícil responder a esta pregunta sin que nuestros deseos más profundos apunten a regresar a un escenario lo más parecido a la realidad que conocíamos antes del COVID-19.
La lección para nuestras compañías la tuvimos que aprender por la fuerza ya que la pandemia generó una gran crisis mundial trayendo serios problemas a lo largo de toda la cadena de suministros de un sinfín de sectores en la industria y los servicios, desde el aprovisionamiento de materia prima y fabricación, hasta el transporte y entrega de servicios y mercancías, pero así como nos ha dejado lecciones importantes de supervivencia, también nos deja grandes oportunidades de desarrollo y mejora que antes no considerábamos importantes o tenían una prioridad menor a la producción y los resultados del día a día.
Hoy más que nunca las empresas que se están recuperando y desean retomar sus planes de crecimiento, deben incorporar prácticas que les eran ajenas de no ser requeridas por una autoridad o el regulador de nuestras certificaciones de calidad.
La gestión del cambio en las personas como la punta de lanza de nuestras iniciativas para desarrollar una cultura resiliente en la organización, formadora de equipos comprometidos con el resultado y no con la tarea en sí, desde la adquisición y operación, hasta la venta y servicio al cliente final.
La innovación y rediseño de los procesos, buscando la simplificación, la oportunidad y la flexibilidad de las tareas, nos ayuda a diseñar la operación por escenarios, reduciendo la toma de decisiones en momentos críticos y nos da flexibilidad para responder a las necesidades cambiantes de nuestros clientes.
Adoptamos tecnologías de vanguardia en campos que fueron críticos para la supervivencia de la empresa. Ya descubrimos que nuestros clientes están usando de manera común el internet en campos de la vida que antes no imaginábamos y su uso ha sido exponencial, por lo que ahora nos toca incrementar nuestra presencia y oferta en esos medios, a través de chatbots, inteligencia artificial, realidad aumentada, etc. Afortunadamente, en México existen especialistas que pueden desarrollar las soluciones necesarias en una escala de costos accesible para cualquier tamaño de empresas.
Busquemos una nueva forma de relacionarnos con proveedores, competidores y/o socios comerciales, para diseñar planes de continuidad del negocio. Esto nos ayudará a concentrar mejor nuestros esfuerzos de producción, fabricación y entrega de servicios, dejando que las tareas de apoyo en nuestra cadena de valor las realicen expertos en la materia.
La pregunta final sería ¿debes sobrevivir a la ola o deslizarte a través del tubo?