Actualmente, el 85% de toda la proveeduría (calzado que comercializa Dorothy Gaynor), es nacional, y solamente un 15% es de importación, principalmente de Asia.
Se estima que la empresa cuenta con una base de más de 120 compañías mexicanas que fabrican el calzado de la marca Dorothy Gaynor en el país.
El responsable de la distribución de la logística e importaciones explicó que, para ser proveedores de la compañía, se evalúa la calidad, el costo y el compromiso en la entrega de los productos.
Para la empresa, también es muy importante la honestidad de sus proveedores, su trabajo en equipo, la empatía y responsabilidad social, ya que son valores que Dorothy Gaynor tiene desde sus orígenes.
“Por el tipo de negocio que tenemos, debemos vivir de proveedores que tengan la capacidad de surtir rápidamente. Esa es una gran ventaja, versus la mercancía de importación”
Hoy en día, la compañía busca proveedores que ofrezcan productos derivados del papel, entre otros más.
La empresa en México
La compañía 100% mexicana, destaca por contar con más de 190 tiendas físicas en donde se comercializa calzado de todo tipo, hecho por pymes mexicanas, en su mayoría.
La compañía cuenta con un Centro de Distribución en el Estado de México, desde donde distribuyen todos sus productos a la república mexicana.
Retos en pandemia
Como todas las industrias en México y en el mundo, el sector del calzado presenta grandes retos en la cadena de suministro, principalmente en el retraso de entregas de material de importación, tanto de calzado, como de material de empaque.
“A nivel general en temas de importación el costo del flete marítimo se triplicó en costo, además de retrasos, lo que llevó a que buscáramos más compañías mexicanas que nos fabricarán calzado, y de otras que nos entregarán derivados de papel”, dijo el especialista en cadena de suministro, quien agregó que, aunque en el tema de logística y cadena de suministro el tema de materiales e insumos se está regularizando poco a poco, hoy en día existe otro gran reto sobre todo en la zona del Bajío, tanto para el sector del calzado, como para el industrial, el cual consiste en la falta de mano de obra.
“La cadena se está estabilizando. Pero un reto al que nos enfrentamos es a la mano de obra. Hay mucha rotación de personal.
Expresó que la industria debe tener la capacidad para adaptarse a las nuevas generaciones, que piden más flexibilidad, y para quienes el salario emocional es más importante.