Para la compañía, que se dedica a la fabricación de piezas de plástico para la industria médica, es fundamental que sus trabajadores no solo sean empleados, sino que sean mejores personas para la comunidad.
Mario López, gerente senior de recursos humanos y Eder Rosales, generalista de recursos humanos dentro de la organización, explicaron que en la empresa no hay discriminación por género, etnia, preferencia sexual o país de origen.
“Hablar de Thermofischer es hablar de una empresa humanista, respetamos los derechos y la idea es tratar y desarrollar a la persona por lo que es, no nada más lo vemos como un trabajador que venga y haga sus ocho horas, sino que tenga un desarrollo más integral”, comentó López.
Para elegir al personal, Thermofischer se basa en su cultura y valores: integridad, intensidad, involucramiento e innovación.
Al hablar de intensidad, explicó Rosales, la empresa se refiere al valor que le da el trabajador a su empleo, es decir, los beneficios que obtendrá de este y que le impulsan a seguir colaborando.
La compañía participa en actividades de responsabilidad social con organizaciones civiles que apoyan a niños con cáncer o personas con autismo.
También organizan visitas con grupos de estudiantes, para que conozcan los procesos que ahí se llevan a cabo y los motivan para que sigan su preparación académica.
“(Las visitas) las hacemos en dos sentidos, motivamos a los jóvenes que sigan estudiando y también para ayudar a los hijos de los trabajadores y que les queden ánimos de seguir los pasos de los papás, que conozcan la empresa”, comentó López.
Thermofischer apoya al desarrollo de su personal con becas de licenciatura o ingeniería, idiomas e incluso este año inició un programa de preparatoria abierta en el que participan 40 trabajadores y toman clase una vez por semana con un profesor que va a la planta.
En búsqueda del talento
Thermofischer es una empresa que tiene 10 años de trayectoria en Nuevo León y, con la reciente apertura de su segunda planta, están en búsqueda de personal.
Aunque tienen una bolsa interna, sus candidatos no pasan en automático al empleo que están buscando, sino que compiten con dos perfiles más, para asegurar que los mejores ocuparán los nuevos puestos.
En la segunda planta, también ubicada en Apodaca, ya laboran 70 personas, pero se espera que a finales de este año la cifra suba hasta 250.
En el mediano plazo, el total de empleados entre las dos plantas superará las mil personas.