Existen tres tipos de personas, las que ven cómo pasan las cosas, las que no saben qué es lo que está sucediendo y las que hacen que sucedan las cosas….
Emprender es una forma de vida, es la capacidad de generar ideas y acciones creativas e innovadoras a partir de un estímulo interno, que lo lleva a desafiar, tomar riesgos y romper paradigmas.
Detrás del reloj que utilizas, de la comida que consumes, de la pluma, de los zapatos que usas se encuentran los empresarios que por varios años han ofrecido sus productos y servicios de calidad, los cuales satisfacen las necesidades y deseos más exigentes.
¿Y tú?, que utilizas ese reloj, esa comida, esa pluma, esos zapatos, ¿también eres empresario? ¿Qué diferencia hay entre esos empresarios y tú? La verdad es que no existe ninguna, porque al igual que tú, se levantan temprano para ir a trabajar, trabajan duro, son creativos, tienen mucha imaginación, sueñan y persiguen sus sueños hasta realizarlos.

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¿Por qué emprender?
Nosotros estamos dispuestos a trabajar desde los 20 años, que es regularmente cuando egresamos de algún grado profesional, y entramos en la trampa de los 45 años, ya que como dijimos en principio estamos dispuestos a trabajar hasta los 65 años con el sueño de volvernos ricos, desafortunadamente entramos a una realidad de gente desempleada, mayores requisitos al solicitar un empleo, mayores estudios y experiencia además el factor edad impacta ya que a mayor edad, las organizaciones ya no requieren de tus servicios.
Un ejemplo con una pareja de recién casados, con dos ingresos, pero que en diferentes etapas van incrementando las necesidades, la casa y el coche a crédito, la lavadora, los electrodomésticos etc… pero qué importa, porque la pareja tiene las posibilidades de ir pagando poco a poco, incluso para darse unas divertidas vacaciones, el tiempo pasa y la familia crece llegan los primogénitos y con ello se necesitan comprar otras cosas necesarias, otro coche, en fin lo necesario para los hijos y la familia, llega el segundo hijo y con ello la necesidad de que la madre atienda a los pequeños al 100%, se disminuye el ingreso, los gastos incrementan y se cae en la trampa del trabajo, es tratar de sobrevivir todos los días con el ingreso que tiene la familia de la mejor manera posible, tratando de estirar el dinero al máximo, para poder seguir pagando las deudas obtenidas.
En el trabajo, ganas poco, endeudado y en crisis, andas siempre corriendo, estresado y con presiones, con incertidumbre a que te corran, por las noches regresas solamente a comer y a dormir y te das cuenta que después de 45 años nunca te independizaste, esta historia es triste pero demasiado común.
La base del triunfo es muy sencilla, las personas emprendedoras tienen un objetivo claro y preciso, y luchan con paciencia, el equilibrio que logran en los aspectos, profesional, mental, físico y familiar les permite no realizar un esfuerzo extra en su vida cotidiana para ver su sueño cumplido e invertir esa energía en innovar sus empresas, incrementar sus negocios y mejorar como personas.
La educación que recibimos va enfocada en buscar algo “seguro” incluso los mapas mentales y creencias que nos dan nuestros padres, maestros y las personas que tenemos dentro de nuestro entorno, dichas creencias son supuestos que tenemos profundamente arraigados o historias que determinan cómo entendemos el mundo y cómo actuamos en él.
Los emprendedores son responsables de dichas creencias y mapas mentales que recibieron durante su formación y rompen con ese paradigma de que en este mundo cambiante evolucionamos, pero nuestras creencias no.
Te harás la pregunta: ¿cómo puedo encontrar oportunidades? Las oportunidades no se esconden en ningún lado, saltan a la vista en cualquier lugar, en los centros comerciales, edificios e incluso en la calle, solamente tienes que levantar la vista y observar a tu alrededor, encontraras una serie de necesidades de las que quizás nunca estuviste consciente, las personas requieren productos y servicios que le ayuden a hacer su vida más cómoda, a aprovechar su tiempo de la mejor manera posible, a alimentarse mejor, a tener un mejor aspecto, a contar con más y mejores entretenimientos.
Visualiza qué estarás haciendo a los 65 años. ¿Estarás jubilado? ¿Seguirás laborando? ¿Dependerás de tu familia? O bien, tendrás tu compañía bien establecida.
Consigue tus sueños.