¿Porqué sí a las energías renovables?

En los últimos meses, el tema de la energía en México se ha vuelto muy recurrente, sobre todo el tema de la energía renovable. Pero, ¿en qué consiste dicha energía? ¿Cuáles son las ventajas que ésta ofrece a la comunidad y al ecosistema? Cuántas empresas generadoras de energía limpia tienen sede en México? Esto y más presentaremos en este reportaje.

Para iniciar el tema, es necesario destacar que las energías renovables son aquellas que se obtienen a partir de energías de fuentes naturales que producen energía de forma inagotable e indefinida, por ejemplo; la energía solar, la eólica y la mareomotriz.

Y aunque en México las energías limpias han crecido de manera acelerada, apenas representan alrededor del 8% del mercado total, y se presume que en los próximos cinco años podrían representar hasta el 20 por ciento.

Esta cifra, sin embargo, no es suficiente, dado que México suscribió los Acuerdos de París, que buscan combatir el cambio climático, donde el país se comprometió a utilizar al menos el 35% de energías limpias hacia 2024 y alcanzar el 43% en 2050.

Ante este panorama, es primordial que el país continúe promoviendo la inversión de empresas especializadas en la producción de energías limpias, como la solar y la eólica, consideró el director del Clúster Energético de Nuevo León, Amado Villarreal.

“Aún y cuando está creciendo (la producción de energías limpias) la realidad es que no podemos depender todavía de las energías renovables, seguimos empleando hidrocarburos para generar energía, primordialmente petróleo, gas y carbón”, expresó el especialista en el tema.

Se estima que a nivel nacional existen alrededor de 60 empresas del subsector solar y otras 32 compañías que producen energía eólica. Si se hablara de plantas de producción de energías limpias, México cuenta en total con 133, de las cuales 63 son fotovoltaicas y las 70 restantes, son eólicas.

¿Y quién genera dicha energía? Existen empresas mexicanas que se dedican a la producción de energías limpias, como lo es el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que es la principal generadora de energía y que la vende a clientes industriales, comerciales y usuarios domésticos, y quien también cuenta con centrales eólicas.

Mientras que compañías privadas como Cemex y RIC Energy también la generan. Además, hay inversiones de países como Estados Unidos, Canadá, España, Italia y Reino Unido representadas por empresas como Acciona, Iberdrola, Engie, Enel, 174 PowerGlobal, Northland Power, entre otras, que también ingresaron al negocio de la generación de energía limpia.

Se estima que las energías renovables generan en México a alrededor de 29,500 empleos en toda la cadena de valor del sector, principalmente en las empresas relacionadas con el mantenimiento de los paneles solares y los aerogeneradores.

Generación de energía

Para hablar de energías renovables, deberá primero entenderse la distinción entre los diferentes formatos con los que la iniciativa privada y los usuarios eléctricos participan en el país: gran escala y pequeña escala.
De acuerdo con Leonardo Velasco, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica (AMIF), para cada formato existe un manejo legislativo. Los desarrollos a gran formato, es decir, los parques solares y eólicos emplean las redes de distribución y de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Existe otro formato que se le llama generación distribuida donde están todas las casas, comercios, pequeñas industrias y a veces hasta la gran industria también hace uso de este formato, en donde puedes generar electricidad desde tu propio techo”, comentó.

En este sentido, Velasco explicó que las energías limpias llevan mucho tiempo en México, pues a los módulos fotovoltaicos se les conoce desde hace 40 años en rancherías mexicanas, en lo que se le conoce como sistemas isla; sin embargo, con un reconocimiento legislativo, fue hasta 2007 cuando la Comisión Reguladora de Energía publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el modelo de contrato de interconexión para fuentes de energía solar en pequeña escala, lo que le dio el derecho de ley a los usuarios para generar su propia electricidad y conectarse a la red eléctrica.

En la actualidad, agregó, considerando equipos de última generación en una situación ideal, con la tecnología solar fotovoltaica se pueden generar hasta 80,000 kWh mensuales bajo la figura de generador exento; y de acuerdo con estudios de la CFE y SENER, el consumo promedio por usuario residencial en México es de aproximadamente 48 kWh mensuales; por lo que, con esta tecnología y esta modalidad de interconexión, se puede generar el equivalente al consumo de 1,666 hogares mexicanos sin intervención del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE).

En la actualidad, refirió, más del 60% de la población tendría posibilidades de acceder a este tipo de energía al contar con las condiciones idóneas (en los techos de sus casas) para la instalación de algún tipo de sistema fotovoltaico; sin embargo, los subsidios han creado la extraña sensación de que la energía eléctrica es barata en México, cuando no lo es. Un porcentaje mayor podría acceder a esta tecnología si se validara un nuevo modelo denominado Generación Distribuida Colectiva, el cual fue un anteproyecto emitido por la Comisión Reguladora de Energía pero que no ha sido aprobado por el Diario Oficial de la Federación (DOF). En este último, un porcentaje mayor de la población podría acceder a la tecnología debido a que podrían generar en espacios contiguos, y no necesariamente en el propio.

Actualmente ni siquiera el 1% de la red eléctrica nacional opera en el modelo de generación distribuida, por lo que la AMIF ha promovido que se favorezcan este tipo de energías que cuentan con mayor potencial de crecimiento, ya que más del 20% de las emisiones nacionales tienen que ver con la generación de electricidad acorde a la SENER.

De acuerdo con algunas estimaciones, se cree que existen más de 3,000 instaladores nacionales; por lo que la AMIF está promoviendo un padrón de Instalador certificado.

Actualmente, no hay un estado en el país que no cuente con contratos de interconexión, aunque Jalisco ha sido puntero en esta modalidad de generación con el mayor número de contratos a nivel nacional con más de 130,000 tanto de casas, pequeños negocios, industrias, que están generando su propia electricidad, que representan aproximadamente 1,600 millones de dólares que se han invertido específicamente por ciudadanos y empresarios mexicanos que han decidido participar en la generación eléctrica del país.

Iluminación y viento fértil

Por su parte, Israel Hurtado, Secretario General de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex), indicó que el 85% del territorio nacional cuenta con una radiación óptima para la energía solar, donde México tiene un gran potencial al ser uno de los países que pertenecen al cinturón solar y contar con una de las mayores radiaciones en el mundo. Indicó que la generación de energía solar en México pasó de dos centrales a casi 70 en seis años.

Agregó que se tiene conocimiento del interés de una empresa española involucrada en el desarrollo de energía solar, que está interesada invertir en proyectos más pequeños de 50 mega watts, por lo que aseguró que se mantiene el optimismo en la atracción de inversiones.

Por un pasado y presente limpio

Durante el 2013, con la reforma energética se estableció un mecanismo para incentivar el uso de energía eólica y solar: se promovieron licitaciones para asignar contratos de largo plazo a empresas privadas que venderían energía a la CFE, procesos que se hacían mediante subastas organizadas por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).

Pero después de la emisión del Acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, con motivo del reconocimiento de la epidemia de enfermedad por virus SARS-CoV2(COVID-19), publicado el 29 de abril de 2020, se estima que alrededor de 44 proyectos, a punto de iniciar operaciones, se quedaron detenidos.

El decreto busca, principalmente, proteger a la CFE ante la baja en la producción de energías renovables que oscila entre 11 y 14% “a causa” de la contingencia sanitaria.

La medida también busca ayudar a la CFE que debe entrar a generar energía de respaldo para el Sistema Eléctrico Nacional ante las intermitencias que tienen estos subsectores en algunos momentos del día ante la falta de viento o de sol.

Esta caída del 11 al 14% argumentada por el CENACE, sin embargo, podría no ser consecuencia de la crisis sanitaria, pues las empresas han demostrado que estos porcentajes se han presentado también en años anteriores.

Amado Villarreal advirtió que la medida que ha tomado el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), ha creado un alto nivel de incertidumbre entre las empresas extranjeras, por lo que, aunque no dejarán de invertir en el país, sí se lo pensarán “tres veces” antes de elegir a México para instalarse.

De seguir en el plan de no permitir a las nuevas compañías la generación de energía limpia se presentan serias afectaciones: La primera de ellas en el ambiente, pues se aumentará la operación de más centrales contaminantes, afectando así la salud de la población cercana a dichas zonas. Se puede perder inversión nacional y extranjera de empresas que visualizaban instalar plantas centrales en México, además de que se afectan los costos de la cadena de producción de las empresas generadoras de energía limpia, lo cual se traslada a los clientes. Y por su parte, los usuarios domésticos y pequeños negocios, terminarán pagando mayores facturas eléctricas de consumo, mientras que los instaladores de equipos fotovoltaicos perderían clientes.

Luis Carlos Peralta, presidente del Clúster de Energía de Sonora indicó que si se frena la inversión energías renovables se tendrá un impacto ecológico muy serio.

“La huella ecológica que tendría el que se frene por completo o en gran medida las inversiones en plantas de generación de energía eléctrica para energía renovables, sería muy fuerte y dañino para el país”, señaló.