Dichas caretas son elaboradas con PET, lo que las hace 100% reciclables y amigables con el medio ambiente. Asimismo, su proceso de fabricación es mediante corte por control numérico computarizado (CNC) y el personal que manipula los productos cuenta con equipo de protección para evitar el contacto directo con el material, lo cual permite cumplir con las medidas sanitarias.
Las caretas son de ensamblaje sencillo y limpieza práctica, ya que pueden armarse en aproximadamente dos minutos siguiendo un sencillo instructivo.
Colaboración mexicana
La compañía señaló en un comunicado que una parte de la producción de caretas está siendo destinada a clientes del sector salud como el IMSS y el ISSSTE, y a empresas filiales como Torrey para proteger a empleados que continúan en la operación. Otra parte se estará comercializando en tiendas como Cooking Depot y Farmacias YZA, para usuarios de la industria alimenticia, con uno de los precios más económicos en el país.
“Estos son momentos de unidad y colaboración para enfrentar el reto de salud que representa el COVID-19. Por eso, con la adaptación de la línea de producción para desarrollo y producción de caretas protectoras, nos sumamos al esfuerzo del personal de salud y organizaciones que deben continuar laborando.
En PTM, la salud y seguridad es una de nuestras prioridades y hemos tomado medidas que permitan apoyar en la protección y seguridad de las personas y el entorno de nuestras comunidades”, dijo Juan Pablo Valdés Abramo, director general de PTM.
Especialista en plástico
PTM es una compañía filial de FEMSA que se fundó en 1976, dedicada a brindar soluciones y proyectos de transformación de plástico hechos a la medida del cliente, atendiendo industrias como: alimentos y bebidas, automotriz, retail, entre otras.
Cuenta con dos plantas productivas, una en San Juan del Río, Querétaro., y otra en Monterrey, Nuevo León. Es una de las empresas de reciclaje de plástico más grandes de México, y que recupera y recicla más de 14 mil toneladas de plástico anualmente.