Transforman basura en energía
Producen energía eléctrica a través de residuos orgánicos
Una manera de atender ambos puntos, es la generación de energía renovable. Y Benlesa es una de las empresas que en Nuevo León genera energía eléctrica a través de los gases que provoca la basura al sufrir el proceso de descomposición. Específicamente, de los residuos orgánicos es que se genera el biogas.
En lugar de utilizar combustóleo, Benlesa vio la posibilidad de utilizar los rellenos sanitarios de Simeprode y se realizó la inversión de este organismo público y de la empresa privada SEISA para realizar la generación de energía eléctrica mediante la descomposición de la basura.
Benlesa se ubica dentro de las instalaciones de Simeprode, organismo público que recolecta, clasifica y confina la basura en Nuevo León.
Ubicada en una superficie de 212 hectáreas, Simeprode recibe diariamente alrededor de 4500 toneladas de basura, la cual es clasificada y envidada al relleno sanitario para de allí generar energía eléctrica. Se estima que aproximadamente un 60% de lo que se recibe en las celdas de confinamiento es residuo orgánico y se puede utilizar.
“Se satisface la necesidad de energía, sin poner en peligro las capacidades futuras”, recalcó Juan Manuel Parás, Gerente Comercial de Simeprode.
Rubén Simental, Delegado Administrativo de Benlesa expresó que el proceso se inicia cuando el relleno sanitario ha sido clausurado.
“En Benlesa utilizamos como materia prima para la generación de energía los residuos orgánicos que se ubican en la celda del relleno santuario de Simeprode y que sufren un proceso químico que se llama aeróbico el cual consiste en la ausencia de oxígeno y por el cual se genera el biogas”, expresó Simental.
El biogas se produce por la descomposición de la basura y contiene principalmente un 58% de metano y un 42% de bióxido de carbono (CO2).
“El gas metano es 21 veces más dañino que el bióxido de carbono y al convertirlo en energía ayudamos al medio ambiente”, dijo el directivo de Benlesa.
El metano es el combustible con el cual se genera la energía.
Para que la Planta de Bioenergía logre transformar energía eléctrica se lleva a cabo una serie de pasos y actividades. Primeramente, Simeprode recolecta la basura generada en Nuevo León, al llegar a las instalaciones de Simeprode en el municipio de Salinas Victoria, se envía la basura a una planta clasificadora para separar desechos orgánicos de los inorgánicos, del plástico, vidrio, papel, etc.
Después el desecho se envía a las celdas de confinamiento. Después de un lapso de 6 a 24 meses, la basura orgánica alcanza su máxima generación de biogas, con el cual se produce la electricidad.
“Nosotros hacemos perforaciones verticales en el relleno, y en ellas se colocan tuberías de polietileno, las cuales se conectan a un sistema de captación de gas. Esto se realiza a través de unas bombas de vacío que empiezan a succionar el gas el cual se dirige a un motor de combustión interna. El biogas entra a la máquina y se genera allí la energía eléctrica”, explicó Simental, quien agregó que dicha energía se genera a 480 volts y a través de los transformadores se eleva el voltaje a 34 mil 500 volts, para después conectarse posteriormente a la red de Comisión Federal de Electricidad
(CFE), para que desde allí pueda ser distribuida a los socios-usuarios de Benlesa.
Cabe destacar que la compañía cuenta actualmente con 585 pozos de extracción en los rellenos de Simeprode.
Diariamente, la planta tiene una capacidad máxima para generar 407 mil 040 kilowatts hora (KWH).
“Actualmente estamos trabajando al 70% de dicha capacidad, ya que existen celdas que por su antigüedad, el gas se está agotando”, recalcó Simental, quien agregó que: “El combustible que se deriva de la descomposición de basura tiene una vida útil. Una celda tiene vida de generación de energía de aproximadamente 20 o 25 años. Pero mientras la basura se siga confiando se seguirá generando energía renovable en los desechos sanitarios”.
Ventajas
Entre las principales ventajas que ofrece la generación de energía a través de los desechos orgánicos se encuentra la correcta disposición final de la basura, el uso más racional de los hidrocarburos, la oferta de la energía, y que los socios de Benlesa obtienen ahorros considerables en el costo de energía eléctrica.
A través de la labor de la Planta de Bioenergía, no solamente ofrece ahorros en el suministro que proporcionan, sino que contribuye con el cuidado al medio ambiente al disminuir la emisión de gas de efecto invernadero que afecta la capa de ozono y provoca el calentamiento global.
La emisión de gases de efecto invernadero que se evita con dicha energía renovable equivale a la contaminación de más de 100 mil automóviles, y en el beneficio al medio ambiente, equivale a plantar 63 mil hectáreas de bosque.
“Para producir la energía eléctrica que se genera en la planta, se tendría que utilizar alrededor de 2 mil 800 vagones de ferrocarril con carbón. De hecho nuestra energía es suficiente para dar abasto al uso de más de un millón de focos de 100 watt”, dijo Parás.
Al día de hoy, destacó Simental, llevamos más de 2 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) reducidas al ambiente.
Otras energías
Las energías renovables, que se definen como formas de energía que tienen una fuente prácticamente inagotable con respecto al tiempo de vida de un ser humano en el planeta, y cuyo aprovechamiento es técnicamente viable. Dentro de estos tipos de energía se encuentran: la solar, la eólica (viento), la minihidráulica (ríos y pequeñas caídas de agua), la biomasa (materia orgánica), la geotermia (calor de las capas internas de la Tierra) y la oceánica, principalmente.
Las energías renovables ofrecen la oportunidad de obtener energía útil para diversas aplicaciones, su aprovechamiento tiene menores impactos ambientales que el de las fuentes convencionales y poseen el potencial para satisfacer todas nuestras necesidades de energía presentes y futuras. Además, su utilización contribuye a conservar los recursos energéticos no renovables y propicia el desarrollo regional.
Capacidades
La planta de Bioenergía se creó en el 2003 con la fase Monterrey I, que contó con una capacidad de generación de 7.42 MW y con la que se evitó la emisión de más de 54 mil 348 toneladas de gas metano, equivalente a un millón 146 mil 458 toneladas métricas de bióxido de carbono al generar 273 mil 727 de electricidad.
La generación de electricidad y capacidad ha ido en incremento. Para el año 2008 se invirtió en la adquisición de cinco nuevos motores, los que incrementaron la capacidad de generación en 5.30 MW, llegando a un total de 12.72 MW, con eso se evitó la emisión de un millón de toneladas de bióxido de carbono.
Y en el mes de octubre del 2010 se llevó a cabo la ampliación de la planta con la fase Monterrey III en la que se añadieron cuatro motogeneradores adicionales, con los cuales se reflejó un incremento de 4.24 MW en la capacidad de la planta, para alcanzar un total de casi 17.00MW.
Hoy en día la empresa tiene una capacidad de generar 16.96 MW, a través de sus 16 motogeneradores.
En un futuro cercano se espera que dicha planta de biogas tenga una capacidad de 25 a 30 MW.
Debido a que la ley no permite la venta de energía renovable, es que Benlesa tiene un esquema legal con CFE, en el que permite proporcionar la energía generada a sus socios-usuarios: principalmente dependencias de Gobierno e inversionistas privados.
“Contamos con permisos que certifican que nuestros socios tiene una acción en la planta de Bioenergía y que se le podrá proporcionar la energía generada diariamente”, dijo Simental.
La electricidad generada por Benlesa es suministrada a través de CFE a sus socios-usuarios en Monterrey: Palacio de Gobierno, la línea 1 y 2 del metro, Macro Plaza, el DIF de Nuevo León, algunas instalaciones de Agua y Drenaje, TV Nuevo León, Biblioteca Central, cuatro dependencias del Parque Fundidora, el Paseo Santa Lucía, y el servicio de alumbrado público para siete municipios del área metropolitana: Monterrey, San Nicolás, Guadalupe, Apodaca, Santa Catarina, Escobedo y San Pedro Garza García.
Se estima que los socios-usuarios reciben con la energía de Benlesa alrededor de un 15% de ahorro en el costo de energía anual. “Anualmente los socios se ahorran alrededor de 2.5 millones de dólares en energía eléctrica”, puntualizó el directivo.