Hoy en día, las organizaciones necesitan conciliar tres factores: los líderes transformacionales, la seguridad psicológica y el entorno de trabajo remoto y/o híbrido, en formatos más flexibles. Junto a estos tres pilares, es esencial tener en cuenta que el principal activo de una organización sigue siendo sus personas, ya que son las responsables de realizar las mejores entregas a los clientes. Hasta aproximadamente los años 50 y 60, aceptábamos el trabajo como lo que era: trabajo. Las aspiraciones de un día de trabajo justo, con un sueldo justo, y tener amigos en el trabajo, eso era probablemente lo que más ampliamente se consideraba un "buen" trabajo.
A mediados de la década de 2000, las empresas más valoradas, las más disputadas por los profesionales del mercado, tenían características como un gran tamaño, un perfil sólido que inspiraba mayor seguridad, consideraban únicamente las capacidades técnicas, además de pagar grandes salarios y ofrecer un plan de carrera.
Pero la forma de trabajar se ha transformado a un ritmo récord en los últimos tres años. Las prioridades han cambiado, debido a la pandemia por COVID-19, tanto para los empresarios como para los empleados, situando el trabajo a distancia/híbrido en primer plano. Según el estudio Future of Work, del CFA Institute (organización profesional mundial sin ánimo de lucro que ofrece formación financiera a los profesionales de la inversión), el 82% de los más de 9.000 profesionales encuestados afirma que trabajar a distancia ha afectado positiva o neutralmente a sus actividades, mientras que al 81% le gustaría seguir un régimen de trabajo híbrido y flexible.
Estos porcentajes no difieren de otros sectores donde son posibles los modelos híbridos y remotos, y junto con otros factores, demuestran que los trabajadores están mucho más interesados en trabajar para vivir, no en vivir para trabajar. Temas que antes ni siquiera se tenían en cuenta como, por ejemplo, la flexibilidad, la calidad de vida, el propósito, el don de gentes (capacidad de relacionarse y generar resultados positivos), la permanencia y la posibilidad de trabajar a distancia, son hoy las características más analizadas por los profesionales antes de aceptar una nueva oferta de trabajo.
La influencia del líder
La postura del líder también está entre los factores diferenciales que hacen atractiva una empresa. Los líderes transformacionales marcan la diferencia a la hora de retener el talento y mantener motivados a sus equipos. Son los responsables de inspirar y motivar a las personas que están bajo su mando. Y es este profesional quien consigue extraer lo mejor que cada persona tiene para utilizar en favor del rendimiento colectivo.
Otro factor que a menudo se pasa por alto y que convierte a una empresa en un buen lugar para trabajar es si puedes presentarte a diario como tu auténtico yo.
Cuando las personas tienen más libertad inventiva sobre su trabajo, ya sea en un campo creativo o no, es más probable que introduzcan un nuevo significado en el trabajo.