¿Por qué apostar por la innovación e investigación?

Hace más de 25 años, cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México se convirtió en un lugar clave para que las grandes empresas invirtieran, por su cercanía con Estados Unidos y los bajos costos de producción.


Sin embargo, cuando las empresas llegaron a México, no solamente se encontraron con un país con buena ubicación geográfica y costos competitivos, sino con una sociedad con potencial de ofrecer, además de mano de obra, especialistas calificados.
Se estima que en el país se tienen alrededor de 50 mil científicos y tecnólogos. Sin embargo, “el ejército intelectual”, que tienen los países desarrollados habla de 10 científicos por cada cien personas, de manera que México debería tener más de 500 mil.


“Todavía nos falta mucho por hacer en esta materia. El país tiene la encomienda de crear científicos y tecnólogos”, comentó Jaime Parada, director general del Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología.
El directivo explicó que a México llegan empleadores de compañías extranjeras y Silicon Valley a reclutar a los mejores talentos, pero hay que retenerlos y generar ese valor de desarrollo en el país.
“En Estados Unidos tienen una crisis de ingenieros. Se estima que en dicho país, un 70% de la matricula en posgrados científicos y tecnológicos son extranjeros, y solo un 30% son estadounidenses. Y nuestros especialistas en México son bilingües, están bien preparados y tienen espíritu emprendedor, por eso vienen a reclutarlos aquí”, comentó.


El especialista en el tema, explicó que la innovación es una acción en la que todas las empresas en México deben enfocarse, puesto que existe una estrecha relación entre lo que invierte un país en investigación e innovación, y su progreso económico, su nivel de competitividad y el PIB per cápita.
Mientras que países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Canadá, entre otros, invierten entre el 2 y 3% de su PIB en investigación y desarrollo, México le dedica el 0.4%, de su Producto Interno Bruto.

En el caso de los países más desarrollados, un 60% de lo que se invierte en investigación e innovación proviene de las empresas, y un 40% del gobierno. Mientras que en México, un 80% proviene del gobierno y el 20% restante del sector privado.
“México tiene grandes retos y el primero de ellos es: ¿Cómo pasamos de una inversión del 0.4%, al menos a un 1 o 1.5%? Y que además, dicha inversión se realice en partes iguales, es decir, 50% el gobierno y 50% las empresas”, dijo Parada.


Se estima que en México existen alrededor de 10 mil o 15 mil empresas que son las que normalmente invierten en investigación e innovación de nuevos productos, equipos y nuevos procesos, mientras que existen más de 250 mil pymes y más de 5 millones de micro establecimientos.
“Los países que invierten entre el 2 y 3% de su PIB per cápita en investigación e innovación tienen economías muy competitivas, y por lo tanto su PIB anda en alrededor de 35 mil a 70 mil dólares. En México el PIB per cápita ronda los 10 mil dólares (...)”, dijo Parada, quien indicó que para que las compañías opten por la innovación, el gobierno debe implementar incentivos fiscales y económicos que alienten a las compañías a realizar la apuesta.
“Lamentablemente, el presente gobierno eliminó más de 50 fondos de investigación y desarrollo en toda la república mexicana. Antes el CONACYT tenía un programa de incentivos con más de 5 mil millones de pesos, y hoy en día, con dificultad se alcanzan los 5 millones de pesos”, dijo Parada.


Es por ello que las empresas deben redoblar el esfuerzo y conocer más sobre las ventajas que se obtienen al invertir en investigación e innovación.
“La investigación e innovación no es un gasto, sino una inversión muy rentable para las compañías. El nombre del juego cambió y ahora hay que basarse en el conocimiento”.
Parada aconsejó a las compañías de baja intensidad tecnológica, como lo son aquellas que fabrican comodities a invertir el 1.5% de sus ingresos en investigación e innovación; mientras que las empresas de media-baja intensidad tecnológica deberían invertir de 1.5 a 5% en esta materia. Las de media-alta intensidad deberían destinar entre el 5 y 10 por ciento de sus ingresos a la innovación. Y aquellas de alta intensidad, como lo son las especialistas en biotecnología, electrónica y aeroespacial, deben invertir el 10% de sus ingresos.
“Las empresas deben estar preparando su futuro, desarrollando un nuevo producto o proceso. La innovación es la creación del valor del futuro, hoy”.

Investigación en Nuevo León

Nuevo León cuenta con más de 120 centros de investigación, públicos y privados, de los cuales 40, se ubican en uno de los recintos industriales más relevantes que concentra a grandes centros de investigación: El Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT).


Desde ahí, empresas como Bendix, PespsiCo, Commscope, Metalsa, GE, Schneider Electric, Viakable, Prolec, Sigma Alimentos y muchas más, brindan empleo a más de 3,500 personas.
En los 15 años que lleva el PIIT, se han consolidado más de 140 mil metros cuadrados de laboratorios, plantas piloto y facilidades experimentales. Se han generando más de 300 proyectos colaborativos en temas de materiales avanzados, biotecnología, nanotecnología, entre muchos otros. Y se han creado más de 100 patentes.


“Schneider Electric por ejemplo, lleva más de 50 patentes desarrolladas en sus centros de investigación. Y Quimmco colocará su centro de investigación en el PIIT para desarrollar un vehículo 100% eléctrico, y así como ellos muchas empresas más le siguen apostando a la innovación en Nuevo León”, comentó Parada, quien añadió que alrededor de 20 empresas, están analizando instalar su centro de investigación e innovación en la entidad.
Se estima que Nuevo León se invierte el 0.7% del PIB en investigación e innovación, y que cuenta con casi 7 mil científicos y tecnólogos.


Para Viakable, una de las compañías que tiene un Centro de Innovación en el PIIT, la innovación y la creación de nuevos productos es un elemento estratégico.
“El tener una estrategia de innovación desplegada en toda la organización, nos ayuda a mantener nuestros productos vigentes en los mercados que servimos”, dijo Daniel Guevara, gerente de innovación de Viakable.
El Centro de Innovación e Investigación de Viakable arrancó en el 2011, y para ello la compañía destinó una inversión de 6 millones de dólares.


Dicho recinto tiene el objetivo de investigar, desarrollar y certificar tecnologías clave para la industria del cable y el alambre.
“Nuestras innovaciones en dicho Centro están enfocadas principalmente al desarrollo de compuestos para cables y alambres, así como desarrollos metalúrgicos típicamente Cu y Al; así como pruebas y desarrollos en ingeniería eléctrica”, explicó Guevara.


Viakable ha logrado realizar materiales termoplásticos libres de halógenos; cables con compuestos que retardan la flama; desarrollos de cables que exige la industria automotriz e industrial en general, entre muchos otras innovaciones.

México: semillero de ideas

Faurecia, fabricante de piezas para la industria automotriz, encontró en México un semillero de ideas que han generado una nueva ola de innovación en diversos sectores, desde la movilidad, pasando por la logística y llegando al sector Fintech.
“Faurecia ha estado trabajando en un ecosistema de innovación que conecta los mundos de la investigación, la industria y el emprendimiento tecnológico”, comentó Karla Góngora, directora de R&D de Faurecia, compañía que cuenta con dos Centros de Investigación y Desarrollo en México, ambos se ubican en Puebla y desde ahí, se atienden necesidades pertenecientes a la división de interiores y asientos de la compañía.


“Entre ambos se emplean alrededor de 250 personas, en su mayoría talento local, y gracias a su ingenio, preparación y compromiso, contribuyen a la estrategia de la compañía, desarrollando tecnología y productos que satisfagan las necesidades de la industria”, dijo Góngora.
La directora de R&D de Faurecia detalló que los Centros de Investigación y Desarrollo están orientados a la industrialización de productos, sin embargo, en ellos también se realiza investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.


Como parte de la división de interiores y asientos, los Centros desarrollan paneles de puertas, tableros, consolas centrales y piezas decorativas, así como diseño y fabricación de productos como metales y fundas TRIM, y la integración del asiento completo.
Por su parte, Sebastián Carmona, gerente general del Centro de Ingeniería de Honeywell Technologies Solutions, expresó que el hecho de que las empresas decidan apostar por traer al país centros de investigación y desarrollo, responde a que el ecosistema industrial de México es atractivo y dinámico.


“México tiene un ecosistema de innovación y desarrollo tecnológico muy dinámico. Lleno de start-ups, de mujeres y hombres que buscan conquistar el mundo, toda esa energía genera una ambición muy sana, y un ecosistema de innovación muy virtuoso”, aseguró.
Estas características han dado como resultado que Honeywell siguiera invirtiendo y entregando más proyectos a los investigadores mexicanos.


Durante 2019, la empresa expandió las instalaciones del Centro de Ingeniería, agregando 2,500 metros cuadrados de espacio de investigación y desarrollo, además de contratar a más de 200 ingenieros durante los siguientes dos años.
En México, Honeywell Technologies Solutions desarrolla ingeniería de software y de firmware; además han desarrollado tecnologías para mascarillas N95. También se crean tecnologías para plantas productivas, edificios inteligentes, soluciones de productividad y seguridad para logística y bodegas.

Innovando en la movilidad

Otra de las compañías que le apuesta al talento intelectual mexicano es Continental, pues cuenta con tres centros de investigación en México. Uno localizado en Querétaro que se en-foca en tecnologías de seguridad y movilidad autónoma, y dos Centros más en Guadalajara que se centran en tecnologías de redes e información vehicular.
“Ambos centros operan bajo los objetivos que Continental ha trazado para satisfacer al mer-cado de la movilidad, que el vehículo pueda estar conectado, se pueda compartir, así como eléctrico y autónomo. En ellos se desarrollan software, algoritmos, sistemas, mecánica, así como también se realizan actividades enfocadas a la calidad, administración de proyectos e ingeniería”, comentó David Pineda Dèom, Head of he[a]t Location Querétaro.

El directivo señaló que el talento mexicano está a la altura de cualquiera en el mundo. Tan es así que, el Centro de Investigación y Desarrollo campus Querétaro emplea a más de 550; mientras que en los dos centros de Guadalajara cuentan con el apoyo de mil 100 ingenieros.

“Los centros de investigación muestran que en México tenemos el talento para desarrollar las tecnologías que están innovando y dando forma al futuro de la movilidad”, recalcó Pineda, quien agregó que a nivel mundial, Continental designa el 10% de sus ventas globales a la in-novación e investigación.