En esta ocasión destacaremos lo relevante que es México para los inversionistas japoneses, quienes desde hace más de cuarenta años, fueron seducidos por nuestro país.
Con las ventajas competitivas mencionadas anteriormente, México ha logrado convertirse en un eslabón fundamental en las cadenas productivas del mercado asiático automotriz y electrónico en el continente americano.
Hoy día, más de 1,263 empresas japonesas tienen sede en México, de ellas, alrededor de 500 pertenecen al sector automotriz. La mayoría son proveedores Tier 1, y otras pocas del segundo y tercer nivel., incluso del cuarto nivel, como lo es el proceso de galvanizado y tratamientos térmicos.
Y en 2020, son más de 1,200 compañías las que tienen sede en el país. En el país se ubican cuatro armadoras japonesas: Nissan, Honda, Mazda y Toyota. >
“México es muy importante, sobre todo para el sector automotriz, especialmente para las OEM´s, como Honda, Mazda, Nissan y Toyota, quienes tienen plantas productoras de vehículos en el país.”, dijo Nakahata al recalcar que el primer lugar de producción de estás marcas es China, luego Estados Unidos, Tailandia, India y México se ubica en el quinto lugar para producir autos fuera de Japón.
Desde aquí, las cuatro armadoras producen y exportan a Estados Unidos, América Latina y parte de Europa.
“Y para llevar a cabo dicha acción, las armadoras necesitan de proveedores, y aquí hay muchas compañías de autopartes japonesas que brindan su atención, además de las mexicanas que han logrado atender las necesidades”, comentó.
Se estima que entre las cuatro armadoras japonesas producen más de un millón 400 mil unidades de autos anuales en México.
“Cada una de ellas produce alrededor de 200 mil unidades cada una, a excepción de Nissan que fabrica más de 800 mil unidades”, detalló el directivo de Jetro.
Llegaron para quedarse
La primer armadora que llegó a México es Nissan, en 1966, con el establecimiento de la planta CIVAC en Morelos. Este fue el primer complejo de manufactura de la armadora fuera de Japón.
Honda llegó al país a producir en 1995; mientras que Toyota llegó en el 2003. Ambas con muy poca producción, no más de 50 mil unidades.
“A partir del año 2000 es que comenzaron a llegar poco a poco proveedores japoneses. Pero el boom de inversión japonés se dio a partir del 2013, después de que en el 2010 Mazda y Honda decidieron invertir e iniciar la construcción de sus plantas en México. Nissan por su parte, abrió otra planta nueva en Aguascalientes en el 2013, y eso atrajo a más proveedores. Mientras que Toyota anunció su inversión en 2015 en Guanajuato y comenzó a operar en el 2019”, dijo Nakahata, quien recalcó que todas esas inversiones de armadoras provocaron que desde el año 2012, gran cantidad de empresas proveedoras japonesas eligieran a México como sede.
Según la Secretaría de Economía, se estima que desde 1999, año en que entro el vigor el Acuerdo de Asociación Económica México-Japón, se han anunciado proyectos de inversión en dichos sectores por más de 26.5 mil millones de dólares.
Ventajas competitivas
Para los japoneses, México tiene grandes ventajas que les incitaron a elegir al país para invertir. Entre ellas destaca el costo de mano de obra competitivo, sindicatos amigables con el trabajador y el empleador; ubicación geográfica al sur de Estados Unidos, sus costas con el océano Pacífico y Atlántico, cuatro puertos modernos en Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Altamira y Veracruz, motivo por el que se puede exportar a diversos destinos; y sus tratados de libre comercio, no solo con Estados Unidos, sino también con la Unión Europea, Brasil, Argentina, Chile, Perú, y Japón.
“Al contar con todos estos tratados, desde aquí las empresas pueden exportar e importar productos con aranceles preferenciales. Por ejemplo, Volkswagen exporta mucho a países europeos, al igual que Mazda, quien también exporta fuertemente a América Latina, al igual que Nissan”, detalló el directivo de Jetro, quien recalcó que todas las ventajas anteriores no las tiene nuestro país vecino.
“Estados Unidos no tiene tratados de libre comercio con Europa, ni con Brasil, ni con Argentina. Por lo cual México sigue siendo muy atractivo para las armadoras japonesas”, señaló.
De acuerdo con la información proporcionada por Jetro, desde el 2012 y hasta el año pasado, más de 2 mil millones de dólares se invierten en México anualmente por parte de empresas japonesas.
Y al primer trimestre de éste 2020, dicha inversión japonesa ronda los 471 mil millones de dólares.
“Ha sido un año bastante difícil por la contingencia de salud. Esta cifra es provisional, porque siempre crecerá”, comentó Nakahata, quien agregó que todavía falta la llegada de más empresas del Tier 2 a México.
“Empresas del sector automotriz de Japón siguen invirtiendo fuertemente en China y Tailandia, y hay muchas que no tienen planta en Estados Unidos o en México, y para evitar el riesgo de inundaciones o terremotos y asegurar clientes ven viable establecer una planta en el continente americano, y en ese caso, México todavía es atractivo”, dijo el directivo de Jetro.
“Yo creo que en este 2019 y 2020 todavía podrán llegar más empresas japonesas, Tier 2 y Tier 3”, comentó Nakahata, al agregar que: “Pase lo que pase con el COVID-19, y con Trump, México tiene bastante potencial, sobre todo ventaja geográfica, mano de obra y tratados comerciales. Esas ventajas no terminarán. Yo no creo que exista otro país tan competitivo como México en toda Latinoamérica”, puntualizó.
Al igual que Nakahata, Edgar de la Rosa, Socio Líder de Prácticas Japonesas de KPMG comentó que, a pesar de la pandemia, la inversión japonesa le ha seguido apostando a México por las ventajas geográficas y logísticas que eso representa, así como por el costo de mano de obra competitiva.
“Los japoneses tienen mucha fe en México, y lo digo, porque a pesar de que no hay una estructura fiscal atractiva para ellos, reglas o incentivos, le han apostado a nuestro país, y les ha ido muy bien. Y eso se refleja en la llegada de una empresa japonesa que luego atrae a otras más a su alrededor”, dijo de la Rosa.
Oportunidad de negocio
Respecto al T-MEC, Nakahata señaló que, si bien la intención es subir el contenido nacional, todavía existen algunos insumos que no se fabrican con altos estándares de calidad en México o en Estados Unidos, como es el caso del acero, aluminio y piezas electrónicas.
El acero es un insumo bastante básico para la industria automotriz, y en el caso de México, solo dos empresas tienen la calidad necesaria en el país: Altos Hornos de México con sede en Coahuila, y Arcelor Mittal en Lázaro Cárdenas, sin embargo, dichas empresas se especializan para el sector de la construcción.
“El sector automotriz requiere de plantas de laminado en caliente, laminado en frío y galvanizados y no hay muchas empresas que lo ofrezcan, esa es una oportunidad de negocio para los proveedores que desean integrarse al sector en el país, pero con la calidad que la industria requiere. Ternium, es una de las empresas que está construyendo una nueva planta de laminado en caliente de alta calidad y quizá podría tener posibilidad para atender al sector automotriz”, dijo Nakahata.
En el caso de las OEM´s, estás recurren directamente a acero, aluminio y resinas plásticas. Esa es su materia prima, por lo que no puede cambiarse de manera nacional. Sin embargo, las empresas del primer nivel, están buscando proveedores Tier 2, sobre todo especializados en estampados de pequeño tamaño, forja fría, forja caliente, y algunas pequeñas partes de inyección de plástico y de aluminio.
Porcentaje de vehículos fabricados en México por armadoras japonesas:
El directivo de Jetro puntualizó que, si alguna empresa mexicana establece una buena planta de laminado en caliente, sería bastante atractivo para cumplir con la regla de origen del T-MEC.
“El gobierno ya se dio cuenta de dicha necesidad y hace varias semanas la secretaria de gobierno habló de este tipo de cosas. Por lo que no dudo que se buscará a empresas coreanas o japonesas fabricantes de acero para que se instalen en el país”, dijo.
Pero ¿Y qué es lo que tiene que hacer México y su gobierno para atraer inversiones del sector de acero? El directivo de Jetro respondió que se deben otorgar incentivos fiscales, como el evitar el pago del Impuesto Sobre la Renta durante varios años, para que sea atractivo para los inversionistas asiáticos.
“En Tailandia, los inversionistas no tienen que pagar el impuesto sobre la renta durante varios años. Lo que ayuda a la atracción de inversión”, dijo Nakahata.
Japonesas en Querétaro
Al cierre del primer semestre del año, Querétaro se colocó como la entidad que atrajo la mayor cantidad de proyectos de inversión provenientes de Japón, con 63.4 millones de dólares, lo que representó un incremento de 91% con resto a los 33.2 millones de dólares captados durante el mismo periodo del año anterior.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Economía (SE), detrás de Querétaro se ubicó Nuevo León con 55 millones de dólares; Jalisco 46 millones de dólares; Guanajuato 30 millones y la Ciudad de México 26 millones de dólares, durante el mismo periodo.
Empresas japonesas con sede en México:
De 1999 al primer semestre del 2020, Querétaro acumuló 781.5 millones de dólares de inversión japonesa, colocándose como el sexto país como mayor emisión de IED hacia la entidad.
Actualmente, la entidad registra un total de 54 empresas de origen japonés; además, durante el primer trimestre del 2020 Querétaro se posiciona como el cuarto receptor de inversión de origen japonés en todo el país, con 45.3 millones de dólares.
Como parte los proyectos nipones que se han concretado para la entidad en los últimos años, se encuentran Mitsubishi Electric Automotive de México, que anunció en noviembre de 2019 la ampliación de su planta de producción, ubicada en El Marqués, con una inversión de 40 millones de dólares y la creación de 350 empleos.
Guanajuato y Japón
Japón representa el principal socio comercial de Guanajuato, pues tres de cada 10 dólares que aterrizan en el estado de Inversión Extranjera Directa, provienen de Japón.
Aquí se ubican 232 empresas de capital japonés establecidas en 13 municipios, las cuales superaron los 6,123 millones de dólares de inversión y la generación de más de 44 mil empleos, la mayoría de ellos en el sector automotriz y autopartes.