Asimismo el PNUMA señala que las concentraciones de dióxido de carbono en la atmosfera se han incrementado a partir de 1860, pasando de 280 partes por millón (ppm) a 316 ppm al año de 1958, mientras que en el 2012 fue aproximadamente de 400 ppm y en el 2015 llegó a tener valores por 369ppm. En caso de no tomar acciones que minimicen y/o controlen sus emisiones a la atmósfera la concentración global de CO2 para el 2100 será de 750 ppm.
Actualmente México ocupa el cuarto lugar en América Latina como emisor de dióxido de carbono con 131.62 millones de toneladas al año, el segundo lugar lo ocupa Estados Unidos con mil 462.67 millones de toneladas anuales, mientras que el primer lugar lo tiene el país asiático de China.
Uno de los mayores problemas para entender el cambio climático es que suele observarse únicamente como un problema ambiental. La realidad es que el calentamiento global y sus consecuencias tienen un efecto significativo e irreversible en las sociedades, las economías y las empresas de todo el mundo.
Planear la mejor acción para combatir las consecuencias del cambio climático no es algo sencillo. El primer reto es tener conciencia de que los efectos son reales y que afectan por igual a las personas y a las organizaciones: inundaciones y catástrofes naturales; cambios en las cosechas o la producción agropecuaria; aumentos en las materias primas, el agua, los seguros y los energéticos.
Un buen principio es el reconocimiento básico de que las compañías deben actuar para proteger y garantizar su propia viabilidad y crecimiento, cumplir con las expectativas de sus inversionistas, y proteger el medio ambiente.
Por ello, las empresas tendrán que hacer frente a las consecuencias del cambio climático. A algunas industrias ya les pegó en su economía y hasta en su sustentabilidad; otras están amenazadas, sin embargo, las organizaciones que actúen ahora tendrán ventajas en la imagen que de ellas tenga el resto de la sociedad, y mitigarán el impacto de futuras regulaciones o penalizaciones más onerosas; harán inversiones mejor planeadas y administradas, y podrán afinar tecnologías así como cadenas de abasto; podrán incluso realizar importantes ganancias en eficiencia y ahorros para diferenciarse de su competencia.
Jesús González, Socio Líder de Sostenibilidad, Gestión de Riesgos y Gobierno Corporativo de KPMG México. dijo que el cambio climático tiene un efecto significativo importante y real para las empresas, gobiernos y ciudadanos.
Explicó que el tema del cambio climático no solo va ligado a un efecto de temperatura, hay muchas relaciones, como lo es la contaminación.
“Al momento de que hay contaminación se hace una capa en la atmosfera y los rayos solares que entran a la tierra, que son fundamentales para la vida, antes calentaban y rebotaban, para salir del planeta, ahora, esa capa funge como un efecto invernadero, donde el calor ya no puede salir y se queda atrapado y comienza a calentar hacia adentro. Aunque suene científico y curioso eso afecta al ser humano, a los negocios, a las industrias y al planeta en general”, explicó el especialista de KPMG.
González comentó que al día de hoy ya se están aplicando leyes y regulaciones que solicitan mantener y contener el cambio climático. En México existe una ley federal que fue emitida en el 2012 y aprobada en el 2014, en el que se indica que las empresas tienen que hacer un inventario de emisiones de CO2.
“Un 92% de las compañías ni siquiera tienen conocimiento de ello”, dijo González.
Además de las revisiones de CO2, también se revisan temas como el consumo de agua, generación de residuos, pero sobre todo a industrias muy particulares.
Afectaciones industriales
La temperatura afecta todos los ecosistemas. Existen adaptaciones de diversos organismos que no se daban en cierto lugar del país.
“Por ejemplo el dengue es algo que no existía en el Distrito Federal pero que por efectos de temperatura se ha adaptado, y no hay servicios médicos preparados para dicho organismo, y a nivel industrial, no existe tanta oferta de medicamento para atender dicha demanda puesto que el número de enfermos se multiplica”, explicó González.
El cambio climático también afecta la industria agrícola. “Dicha industria afecta a otras como a la alimenticia porque al no llover en algunas zonas se afecta la cosecha de diversos insumos, que por lo tanto no llegan a compañías productoras de alimentos”, dijo González.
“Otro ejemplo, son las empresas que requieren de gran cantidad de energía, como lo son las manufactureras, acereras, mineras, las cuales para generar su producto recurren de grandes cantidades de energía”, explicó González, quien comentó que los gobiernos están tratando de mantener el costo bajo y mantener los impuestos para no afectar tanto al sector industrial.
Otros de los sectores que se ven afectados por el cambio climático es el de la construcción, pues la preocupación por la escasa disponibilidad de agua en ciertas regiones podría limitar las posibilidades de desarrollo.
Así como el sector de alimentos y bebidas, dados los elevados niveles de uso del agua y la gran dependencia de los servicios de los ecosistemas, es especialmente vulnerable al cambio ambiental. Se sobreexplotan o agotan cada vez más las poblaciones de peces marinos, y se cree que la acidificación de los océanos y el aumento de la temperatura del agua son factores importantes que contribuyen a la degradación de los ecosistemas de los arrecifes de coral, que sirven de criadero para algunas especies de peces de importancia comercial.
El sector de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC) es otro de los afectados, puesto que los centros de datos utilizan hasta 200 veces más electricidad que un edificio de oficinas común, con lo que los gastos de funcionamiento de las empresas de TIC se vuelven vulnerables al aumento del precio de la energía.
Así como también el sector del transporte, ya que debido a los fenómenos meteorológicos extremos se pueden interrumpir las cadenas de suministro y alterar la infraestructura con más frecuencia.
Mientras que el sector turístico se ha visto afectado por fenómenos climáticos en ciertos países durante los últimos años.
“El tema de cambio climático es una realidad. Pero todas las afectaciones mencionadas anteriormente, hace 20 años no existían, y ahora sí por el efecto de cambio climático”, dijo González.
En el mundo existen más de 7 mil millones de personas, que tienen que comer, vestir, transportarse, que necesitan casa, que compran muebles, etcétera. Y todo se genera por la industria, por lo tanto con el cambio climático muchos sectores se ven afectados por esta realidad.
“Se estima que para el 2050 seamos 9 mil millones de personas en el mundo. Esto es bueno para las industrias porque habrá más demanda de artículos, pero la mala noticia es que la capacidad de carga del planeta, será poca. Con el agua que existe hoy en día no se podrá reaccionar a tiempo para dichas demandas que se presentarán a futuro”, dijo González.
Negocios amigables
A pesar de la problemática que se genera por el cambio climático en todo el mundo y en la afectación a diversos sectores industriales, también se presentan oportunidades de negocio y un gran mercado. Pues hay empresas que han logrado sobresalir por la creación de productos amigables con el medio ambiente y de poco impacto al mismo.
“La mala noticia es que el abasto se vuelve insuficiente y las empresas se tienen que reinventar”, comentó González.
Un ejemplo de oportunidad es la industria de la construcción, en específico las residencias o casas “verdes”. Para quien las habita, las casas verdes aparentemente no tienen diferencias en comparación con una casa o residencia regular. La diferencia radica en sus materiales, acabados, sistemas de generación y retención de energía, recolección de agua, entre otras. Temas como energía solar, recolección de agua para uso de baños, sistemas de gestión de temperatura en la vivienda, eliminación de contaminantes en sus acabados y otros similares, son los cambios que han dado grandes oportunidades a esta industria.
Así como el sector de electricidad, pues se prevé que la proporción mundial del carbón en la generación de energía total disminuya de dos quintos a un tercio para 2035, mientras que la de las energías renovables aumentará del 20% al 31%. La “descarbonización” de la electricidad creará oportunidades para el sector de promover las tecnologías que emplean energía renovable.
El especialista expresó que la formula de negocio, de consumo y de producción está obligada a transformarse por el estrés del cambio climático.
“La cuestión es que la gente que lidera las empresas, hagan conciencia de lo mencionado”, dijo González, quien comentó que es un tema estratégico de visión al largo plazo para las empresas. La intención es que la definición y diseño de sus productos consideren estos factores para que de alguna manera se posicione como una compañía que da valor al planeta.
¿Cómo actuar?
“Los líderes empresariales tienen que comprender el cambio climático, tienen que cambiar los productos que han hecho por 30 años, y darle un toque amigable con el medio ambiente. No es fácil, tienes que invertir, cambiar el empaque, cambiar la forma de producirlo, cambiar tu publicidad, todo eso cuesta dinero y cuesta tiempo.”, expresó González, directivo de KPMG.
En pro del medio ambiente
Algunas empresas han utilizado diferente actividades para contrarrestar su impacto al medio ambiente, entre ellas destaca AUDI, al ser el primer fabricante de automóviles con certificación por la huella de carbono. Expertos de DEKRA CertificationGmbH y DEKRA Certification Inc. confirmaron las fuentes de datos y los cálculos en la que se destaca que la huella de carbono corporativa del Grupo Audi a nivel mundial supone 57 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año. Esta cantidad representa, aproximadamente, un 0.16% de las emisiones mundiales de CO2 en el año 2012.
La huella de carbono corporativa calculada incluye todas las emisiones de efecto invernadero del Grupo Audi durante el ciclo de vida completo de los modelos.
En comparación con el año 2008, Audi reducirá las emisiones de CO2 de su flota en un 25% hasta 2016. A ello contribuirán modelos como el Audi A3 e-tron, el Audi A3 Sportbackgtron y los Audi ultra. Además, el Grupo ha implementado numerosos proyectos para reducir aún más sus emisiones de CO2.
