Valiente, disciplinada y llena de esperanza, son tan sólo algunas características que definen a la primera mexicana que fungió como tesorera de los Estados Unidos durante el periodo del Presidente George W. Bush, Rosario Marín, quien gracias a su notable desempeño venció los obstáculos de ser una inmigrante en suelo norteamericano, dejando huella en la historia política de ese país.
Nacida el 4 de agosto de 1958 en la Ciudad de México, la ex funcionaria tuvo una infancia llena de alegrías al convivir con sus familiares, amigos y conocidos. No obstante a los 14 años debido a razones económicas, sus padres optaron por probar el sueño americano mudándose al país fronterizo, motivo que entristeció a la mexicana al no poder tener su fiesta de XV años.
“Nos fuimos un 20 de diciembre a Los Ángeles, Estados Unidos y yo le comentaba a mi mamá que si iba a tener mi XV años, ella me decía que harían todo lo posible, y seis meses después regresamos a México para hacer mi fiesta. Después de esto dije ahora sí vámonos a Norteamérica, ahora sí estoy preparada”, externó Marín entre risas al recordar aquellos tiempos.
Tras su celebración, la ex funcionaria regresó a los Estados Unidos, lugar donde se enfrentó con diversas complicaciones para conseguir sus objetivos, partiendo desde el idioma hasta la situación económica que enfrentaba su familia. Sin embargo, esto no fue motivo para que Rosario se impidiera escribir su historia, pues decidió continuar con sus estudios en la preparatoria. Tras cuatro años de un esfuerzo ejemplar formó parte de los 20 estudiantes más sobresalientes de su generación.
Optando por superarse mucho más, la mexicana tomó la decisión de continuar estudiando en el East Los Angeles Comunity College durante 4 años.
Posteriormente inició la carrera de administración de negocios en la Universidad Estatal de California, lugar donde estudiaba por las noches, mientras que durante el día trabajaba como recepcionista en el City National Bank para apoyar a su familia económicamente.
“A mí me tomó siete años terminar la licenciatura, pero con orgullo lo digo, porque a mí nadie me dio algo gratis, siempre trabajé duro y estos son los resultados”, señaló la ex funcionaria con gran vehemencia.
Es aquí donde Rosario Marín ya forjaba su historia con un mundo lleno de éxitos e ilusiones, ya que seis años después, pasó de ser recepcionista a asistente del vicepresidente de la institución bancaria.
En el año 1994, tras incorporarse a la política de los Estados Unidos, la mexicana fungió como Alcaldesa y Consejera de Huntington Park, ciudad que alrededor del 99% de su población es hispana.
Gracias a su notable desempeño, fue en el año de 2001 durante la administración del ex Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, que Marin fungió como Tesorera del país norteamericano, logro que no hubiera conseguido sin el compromiso que la ha caracterizado al paso de los años.
“Cuando el FBI te investiga todo tu historial para ver que seas la indicada a esa posición, platicó con muchísima gente acerca de mí y ellos decían ella es la persona correcta, quiero suponer que es debido a que puedo ver a toda la gente a los ojos sin ningún remordimiento, gracias a la sinceridad que me caracteriza y a que siempre he hecho lo correcto”, externó la ex funcionaria al recalcar que las acciones buenas atraen grandes reconocimientos.

›› Rosario Marín destacó que hoy en día se visualiza que las mujeres están asumiendo los papeles que ya les corresponden en el mundo.
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Rosario en la actualidad
Actualmente Marín es escritora en varios periódicos de prestigio en donde escribe sobre economía o política, además cuenta con su propia compañía que se encarga de brindar conferencias acerca de los temas antes mencionados.
Rosario también cuenta con un libro titulado “Un líder entre dos mundos”, publicación que narra acerca de sus experiencias en los Estados Unidos, dando a conocer todos los obstáculos que tuvo que afrontar para conseguir el éxito en toda su vida, reflejando valores como el amor, la fe, el compromiso, liderazgo y la motivación por trabajar día con día.
“Todo el trabajo que tengo que hacer me motiva, tengo mis prioridades muy claras, cada día es una oportunidad más para cumplir mi misión en este mundo y por supuesto que esa misión la haré más que excelente”, destacó Rosario con un rostro lleno de júbilo y compromiso.