Se estima que el estrés y la ansiedad son causantes de esta enfermedad, predominante en 60 por ciento de los casos en nuestro país, lo que genera altos niveles de ausentismo laboral.
Es un mal que afecta la calidad de vida de las personas, principalmente a las mujeres entre los 20 y 40 años, debido a que el género femenino es más aprensivo, sensible y tiene cambios hormonales constantes.
¿Que es la colitis por estrés?
Colitis: es la inflamación de la mucosa del colon (zona final del intestino grueso que se conecta con el recto) que se manifiesta con diarrea, heces acompañadas de sangre y dolor abdominal intenso. Puede ser de distintos tipos dependiendo de su origen
Muchos mexicanos padecen, en algún momento de su vida colitis como consecuencia del estrés y de malos hábitos alimenticios, entre ellos el consumir harinas blancas, condimentos, café en exceso, conservadores químicos, alcohol, tabaco y llevar dieta baja en fibra.
Hay varios tipos de colitis, la espástica, la nerviosa y la ulcerativa crónica inespecífica, entre otras.
Causas:
El colon puede irritarse debido a alteraciones causadas por microorganismos que habitan en él de manera natural y participan en el proceso digestivo.
Algunos medicamentos lastiman la mucosa del intestino.
Consumo de grasas animales, leche y sus derivados, comidas picantes y azúcares también puede ocasionar notables desórdenes.
El funcionamiento intestinal es alterado por la presencia de parásitos como amebas (Entamoeba histolytica), bacterias (Campylobacter, Salmonella typhi, Shigella y Escherichia coli) y, con menor frecuencia, virus.
Mal manejo de estrés y nerviosismo son responsables de muchos trastornos digestivos.
Síntomas de la colitis nerviosa:
Diarrea
Estreñimiento
Inflamación en el recto
Dolor abdominal
Fiebre
Fatiga
Pérdida de apetito y peso
Debilidad
Gases intestinales
¿Cómo prevenirla?
Se recomienda incrementar la ingesta de frutas, verduras, cereales integrales (con cascarilla) hortalizas y té verde, ya que mantienen en buenas condiciones al aparato digestivo.
Moderar el consumo de grasas, productos derivados de la leche e irritantes del aparato digestivo, como café, cigarro, picante y bebidas gaseosas.
Beber al menos 8 vasos de agua al día (2 litros) mejora el funcionamiento intestinal en forma notable.
Reducir los niveles de ansiedad y estrés. Las personas aprehensivas pueden recurrir a técnicas de autor relajación, practica deportiva constante y uso de tranquilizantes naturales e infusiones de hierbas.
Dra. Esperanza Treviño
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