De acuerdo a lo señalado por el reporte “NAFTA Briefing”, realizado por el Center for Automotive Research (CAR) en Estados Unidos, el realizar una retirada al por mayor del TLCAN se podría desencadenar consecuencias que limitarían el crecimiento a futuro de la industria automotriz en Estados Unidos.
Si fuera posible retirarse por completo del TLCAN, el beneficio que se busca no sería necesariamiente inmediato ni se daría en la reducción de los trabajos de ensamblaje de automóviles y de suministros a los Estados Unidos.
Primeramente, si Estados Unidos quisiera traer de vuelta la fabricación de autos y piezas automotrices de México tendría desventajas. No sería posible simplemente cambiar la producción de México a las plantas existentes en los Estados Unidos - se tendría que construir una nueva capacidad-. Esto toma tiempo, y ascendería a un estimado de 4.7 mil millones a 6.5 mil millones en nuevos costos de capital, según lo determina el análisis realizado por CAR.
En el caso de la proveeduría, los proveedores que potencialmente regresarían a los Estados Unidos para seguir la producción de vehículos reubicados serían pocos, principalmente aquellos vinculados a las plantas “just-in-time” y los trabajos que fabrican otros componentes voluminosos, frágiles o de otro modo difíciles de transportar.
Otra de las secuelas en el ramo automotriz por la posible retirada del TLCAN de Estados Unidos es que China, Corea del Sur y Japón podrían reemplazar a Canadá y México por ser los más grandes importadores de partes automotrices de Estados Unidos.
El reporte de CAR estima que si Estados Unidos promulgará un arancel del 35% sobre los vehículos ligeros importados de México, el impacto de las ventas sería de 450 mil unidades en los Estados Unidos y una pérdida implícita de casi 6 mil 700 empleos de montaje en América del Norte, lo que sería sólo la punta del iceberg, pues cuando se trata de empleo en los Estados Unidos, el impacto podría ser mucho mayor.
Los vehículos montados en México contienen partes, motores, transmisiones y otros contenidos en Estados Unidos. En 2015, las exportaciones mexicanas de vehículos contenían un promedio de 40.3 por ciento de contenido estadounidense. El impacto en el empleo de las partes estadounidenses de las ventas perdidas de importación mexicana daría lugar a que se perdieran aproximadamente 20 mil puestos de trabajo en Estados Unidos, más otros 11 mil empleos adicionales pues los fabricantes de automóviles que se reúnen en los Estados Unidos utilizan piezas y componentes mexicanos también estarían sujetos a este impuesto. Es decir, un total de 31 mil empleos en Estados Unidos podrían perderse, solamente en el sector automotriz, además de una parte de la pérdida de 6 mil 700 empleos en América del Norte, como resultado del arancel.
El reporte de CAR señala también que existen dos factores que podrían aumentar aún más el impacto de los trabajos. Muchas partes y componentes cruzan la frontera México-Estados Unidos varias veces antes de ser instalados en una planta de ensamblaje final en cualquiera de los dos países para su venta en los Estados Unidos, gravar estas partes en cada paso fronterizo multiplicaría el impacto de la tarifa. Las pérdidas de empleo no estarían distribuidas equitativamente y tendrían un impacto en la utilización de la capacidad de los fabricantes de automóviles y de los proveedores, lo que podría conducir a cierres de plantas y a impactos más amplios en el empleo.
Cualquier movimiento de retirada por parte de Estados Unidos del TLCAN o restringir de otra forma los vehículos automotrices, partes y componentes de comercio dentro de América del Norte va a resultar en incremento de costos para los productores, disminución de rendimientos para los inversionistas, un menor número de opciones para los consumidores, y una industria automotriz y de proveedores de Estados Unidos menos competitiva.
Otra de las ventajas por la retirada estadounidense del TLCAN sería el impacto a Michigan. El área metropolitana de Detroit está en el corazón de la industria automotriz estadounidense y fue la sexta área metropolitana más grande para todas las exportaciones en 2015 con 44.3 mil millones de dólares.
Además, México podría decretar tarifas como represalia sobre los productos fabricados en Estados Unidos. México actualmente compra más de 185 millones de dólares en productos provenientes de dicho país,los cuales abarcan desde piezas automotrices, hierro, plásticos y productos químicos hasta productos agrícolas y computadoras, y esto podría ser adquirido en otros países, gracias sus 45 tratados de libre comercio.
Impacto en la cadena de suministro
Si los Estados Unidos cesan su participación en el TLCAN, los fabricantes mundiales sin duda llenarán el vacío que se crea en la cadena de suministro. Si Estados Unidos abandona el TLCAN, las empresas de México y Canadá pueden buscar lugares alternativos y más asequibles para comprar estos bienes, como China, India y otras regiones con grandes competidores internacionales.
Con la retirada de USA en el TLCAN, también se tendría una pérdida de líderazgo regulatorio. Los fabricantes de automóviles ven el TLCAN como un mercado de vehículos ligeros de 20 millones de unidades. Sin dicho tratado, Estados Unidos es sólo un mercado de vehículos ligeros de 17 millones de unidades, y se ve empequeñecido por China y la Unión Europea.
Estados Unidos es actualmente el mercado automotor más grande en términos de valor total de ventas, y casi todos los grandes fabricantes o proveedores globales están presentes aquí, pero si Estados Unidos se retira del Tratado, eso podría cambiar. Los precios de los vehículos aumentarían, lo cual -igual que todas las demás cosas- hará que el mercado estadounidense se contraiga.
Otro sector que se vería impactado con la retirada de USA en el TLCAN, además del automotriz, sería el manufacturero. En 2015, México compró más de 30 mil millones en otros productos manufacturados estadounidenses. Los productos de plástico, semiconductores y otros componentes electrónicos, equipos y componentes eléctricos, maquinaria para usos generales y equipos informáticos de Canadá probablemente no tendrán que pagar aranceles, lo que aumenta la probabilidad de que México compre estos productos manufacturados a países distintos de los Estados Unidos, ya que la República Mexicana tiene acuerdos de libre comercio con 45 países distintos de los Estados Unidos; México tiene gran variedad de opciones para las fuentes de sus insumos de fabricación.
Desventajas de cesar el TLCAN
- Los fabricantes de automoviles podrían abastecer al mercado fuera del TLCAN
- Los proveedores que potencialmente regresarían a los Estados Unidos para seguir la producción de vehículos reubicados serían pocos
- El empleo de los distribuidores se vería afectado si los fabricantes de automóviles decidieran restringir o detener la producción.
- Michigan sería duramente golpeada por la relación comercial entre México y dicha entidad
- China, Corea del Sur y Japón podrían reemplazar a Canadá y México
- Las ventas automotrices en USA serían menos y amayores precios
- Estados Unidos perdería por lo menos 31 mil empleos
- Perdería USA la relación comerical de gran beneficio que tiene con Canadá y México
- México podría decretar tarifas como represalia sobre los productos fabricados en Estados Unidos.
- China se convertiría en un actor más dominante en partes automotrices, componentes y bienes intermedios con un gran sector automotriz de bajo costo, frenando el crecimiento del mercado interno