En el 2008, cuando el tipo de cambio fluctuaba alrededor de los 10 pesos por dólar los exportadores estaban preocupados, ya que la sobrevaluación no favorecía el comercio de sus productos. Por su parte, los importadores se encontraban en una mejor posición ya que el tipo de cambio bajo permitía obtener mayores utilidades. Otros cambiaron inclusive sus deudas a dólares, esperando que el tipo de cambio disminuyera aún más.
Sin embargo, el tipo de cambio después de llegar a los 9.87 pesos por dólar a finales de julio 2008 dio un rebote iniciando su ascenso hasta llegar a 15.69 pesos por dólar, para después volver a disminuir a los niveles que tenemos actualmente (ver Figura 1). Nadie había pronosticado esos movimientos, lo cual provocó que las empresas que tienen ingresos o gastos en dólares se preocuparan más por los movimientos cambiarios que por su ingreso común, excepto aquellas que tenían algún tipo de cobertura.
No obstante, se ha hablado mucho sobre los instrumentos derivados y se les ha considerado en parte los culpables de la crisis financiera. Sin embargo, no se ha hablado de las ventajas que ofrecen a quien los usa de manera adecuada, así como los beneficios que trajo a muchas empresas.

Un derivado es un instrumento financiero que permite fijar hoy el precio de compra o venta de un activo real o financiero para ser pagado o entregado en una fecha futura. Entre los principales tipos de derivados se encuentran los futuros, los forwards, las opciones y los swaps.
En los contratos de futuros del peso se establece una fecha de entrega y un precio que depende del precio actual del activo subyacente y de las tasas de interés en EUA y México, los vencimientos del mercado de futuros del peso son todos los meses y existe un mayor volumen en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre.
El forward por su parte, es muy similar al futuro, excepto en que se hace over the counter (OTC) y se le considera un contrato hecho a la medida, es decir en donde la fecha de vencimiento es la que usted decida. Por ejemplo, si tiene que pagar una factura en dólares en un plazo de 21 días, se puede hacer un contrato forward que tenga un plazo idéntico al de su obligación.

Las opciones son el derecho, más no la obligación de comprar (call) o vender (put) algo a un precio y fecha determinados. En las opciones, el costo depende del precio actual del activo, de la tasa de interés y de la volatilidad. Para comprar una opción se paga una prima, como cuando se paga un seguro. Al llegar el vencimiento el tenedor de la opción decide si la ejerce o no, dependiendo de cómo está en el mercado el precio. Por ejemplo, si usted compró una opción del tipo call de USD y sube el precio en el mercado del USDMXN le convendrá ejercerla, ya que con la prima pagada se aseguró de comprar el activo (USD) a un precio fijado en un principio que ahora resulta ser menor. De lo contrario, comprará directamente en el mercado el activo (USD), dejando sin utilizar la opción.
El cuarto derivado más utilizado es el swap, que básicamente es un intercambio de flujos, donde el más común es el de tasa de interés. Si usted tiene un crédito a tasa variable puede entrar en un swap que le asegure una tasa fija, o viceversa.
Entonces, las experiencias poco alentadoras de algunas empresas se debieron a la mala utilización de los derivados y no en sí al instrumento, que puede ser utilizado principalmente de tres formas: para cubrirse contra el riesgo (cambiario, tasa de interés, volatilidad en precio, etc), para especular o para hacer arbitraje.

La principal forma de utilización de los derivados es para cobertura, la cual ha permitido que las empresas fijen las variables que no pueden controlar y se enfoquen en mejorar aquellas internas que sí pueden controlar, como lo son las ventas y la calidad.
Lejos de culpabilizar a los derivados, se deben ver y utilizar como una excelente forma para disminuir los riesgos, ya no estando expuestos completamente a los vaivenes de las divisas y precios de los energéticos o insumos.



 

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Análisis Económico-Financiero