Con la finalidad de evitar el uso de bolsas de plástico en la producción de planta y evitar el daño de la raíz de los árboles, es que estudiantes de Veracruz y del Estado de México desarrollaron contendores hechos a base de bambú y hojas de pino.
Los estudiantes de ingeniería forestal de la Universidad Autónoma Chapingo, en el Estado de México y del Instituto Tecnológico Superior de Jesús Carranza, en Veracruz, fueron lo que desarrollaron dichas innovaciones como parte de una actividad escolar.
Actividad que llevó a forman parte de los 16 ganadores del concurso, Campus Expo Forestal organizado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), reconocimiento que les permitió participar en la Expo Forestal 2016 en donde presentaron sus proyectos a empresarios que buscan invertir e impulsar nuevos negocios.
El primer proyecto innovador, fue realizado en Veracruz, el cual tiene un proceso de fabricación que requiere de cortar la caña de bambú para obtener contenedores individuales, lijar la corteza para que solo quede la fibra y hacer pequeñas perforaciones en la base para evitar el exceso de agua. Cabe destacar que el costo de producción es de 72 centavos por pieza.
El bambú es una planta de rápido crecimiento y poco aprovechada en lugares como Veracruz.
De una vara de 10 metros se obtienen entre 25 y 30 contenedores. La elaboración del proyecto plantea utilizar el tallo de bambú como contenedor o culmo, donde se deposita la semilla; cuando crece lo suficiente para ser plantada, el árbol se introduce en la tierra dentro del contenedor de bambú sin manipular la raíz.
Más innovaciones
Con el mismo propósito, estudiantes del Estado de México desarrollaron contenedores orgánicos elaborados con hojas de pino, baba de nopal y almidón. Para su elaboración, primero se recolectan, secan desinfectan y trituran las hojas de pino, después se agrega baba de nopal y almidón, y la mezcla se coloca en moldes donde se deja secar. El proceso de producción dura tres días.
Esta innovación pretende disminuir el exceso de hojas de pino secas, que pueden ser combustible en los incendios forestales. Además como están hechos de materiales orgánicos, estos contenedores aportan nutrientes al suelo.
El proceso de innovación de cada uno tiene un costo de cuatro pesos y pretenden bajar el costo a un peso, generando un proyecto rentable y que lograría una producción masiva, así como, agradable con el medio ambiente.