El término workaholic hace referencia a la adicción al trabajo, pero existen dos formas de entenderlo. La definición peyorativa, haría alusión a esas personas para quien el trabajo es el centro de toda su vida, en detrimento de su vida social, de su familia, su tiempo de ocio… y que puede llevarles a padecer problemas de salud, ya que no se dan ni un minuto de descanso.
Algunas formas de estrés y desórdenes de personalidad obsesivos-compulsivos pueden estar relacionados con el trabajo, el nombre deriva del término alcohólico, formando analogías entre las conductas dañinas socialmente como la adicción al trabajo y drogadicción incluyendo la adicción al alcohol.

En segundo lugar el término workaholic puede entenderse de una forma algo más positiva, haciendo referencia a aquellas personas que ponen un gran esfuerzo en realizar su trabajo, con un alto nivel de motivación y de involucramiento hacia el mismo. Estas personas quieren hacer bien su trabajo, por lo que se implican mucho en sus tareas, pero no llegan a un nivel obsesivo como en el caso anterior.
Aunque el término workaholic no es una definición admitida dentro de la terminología psicológica, se ha extendido para referirse a aquellas personas quienes pierden su tiempo en el trabajo, o problemas relacionados al mismo, quienes llevan una vida ajetreada y que va en detrimento con su salud así como sus funciones fisiológicas, vidas sociales, familiares y personales o sencillamente contra su tiempo libre.

¿Cómo afecta el uso de la tecnología a estos adictos al trabajo?
Conexiones Wi-fi, dispositivos móviles, que nos permiten conectarnos en cualquier momento y lugar, acceder a información, recibir y enviar mensajes, etc., puede ser una ventaja, pero también puede convertirse en un aliado de estas personas adictas al trabajo, ya que no tienen excusa o motivos para desconectar y tomarse un descanso. Se mantienen enganchados a sus tareas y funciones.
Está bien querer acabar las tareas encomendadas, pero todos necesitamos un descanso. Un workaholic, con el tiempo, acaba siendo una persona poco productiva, ya que cada vez necesita más responsabilidades, más tareas… y llega un momento en el que nuestro cerebro y nuestro cuerpo se agotan, no dan más de sí, frustrando la consecución de los objetivos que se ha planteado.

La organización estadounidense “Workaholics Anonymus” formuló un cuestionario para conocer si una persona se está convirtiendo en una adicta al trabajo.
¿Quieres saber si eres adicto al trabajo? Sólo tienes que contestar estas siguientes preguntas:
¿Se siente más entusiasmado por su trabajo que por su familia o por alguna cosa más?
¿Se lleva trabajo a la cama? ¿Trabaja los fines de semana? ¿Trabaja en sus vacaciones? ¿Es su trabajo lo que más le gusta hacer y de lo que más le gusta hablar? ¿Trabaja más de 40 horas a la semana?
¿Considera que los resultados de sus esfuerzos laborales son sólo responsabilidad suya?
¿Ha dejado a su familia o a sus amigos esperando por asuntos laborales? ¿Toma trabajo extra porque le preocupa que no sea hecho? ¿Tiende a subestimar el tiempo que pueden tomarle los proyecto asignados y luego debe apurarse para poder completarlos en la fecha estimada? Si usted ama lo que hace, ¿cree que está bien dedicarle muchas horas a la actividad laboral?
¿Siente preocupación cuando no trabaja fuertemente, porque esto podría significar perder el trabajo o cometer errores? Si está trabajando, ¿le disgusta que las personas lo interrumpan para dedicarse a otra actividad?

¿El tiempo que le dedica al trabajo afecta las relaciones que tiene con su familia u otras personas? ¿Piensa en su trabajo mientras maneja, está preparándose para dormir o cuando otros están hablando? ¿Trabaja o lee durante las comidas? ¿Considera que ganar más dinero resolvería los problemas que tiene en su vida?
Si has dado tres o más respuestas afirmativas, podrías ser un workaholic. ¿Deben las empresas aprender a gestionar este tipo de comportamientos?, ¿cómo puede afectar a una empresa el hecho de contar con personas adictas al trabajo entre sus empleados?

Para solucionar un problema de adicción al trabajo primero hay que reconocer que lo padecemos, después establecer un contrato terapéutico, realizar un inventario de uno mismo, un análisis en profundidad de la trayectoria vital establecer un programa de actividades alternativas que tendrá que cumplir obligatoriamente reducir, de forma paulatina, las horas que se dedican al trabajo; priorizar lo urgente y lo que no lo es tanto; entrenarse en técnicas de relajación así como cambiar las actitudes, desterrando ideas sobre el perfeccionismo y el éxito.

 
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Consultoría y Coaching Profesional
Miguel Ángel Ulibarri
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