Francisco Garza, category buyer de JCB y responsable del proyecto "México Sourcing One", explicó en entrevista la importancia de encontrar proveedores locales.
"Estamos buscando colaboraciones con empresas mexicanas porque sabemos la capacidad que hay en el país en los diferentes sectores industriales. Nuestra intención es desarrollar una cadena de suministro robusta para nuestra operación en Texas", comentó.
Entre los proveedores que JCB busca hoy en día entre la proveeduría mexicana, destaca la fabricación de acero, plásticos de inyección y termoformados; maquinados de precisión, fundición de aluminio y muchos más.
Garza destacó que las razones que motivan a JCB a buscar proveedores en México, son tres: proximidad geográfica, mano de obra calificada y escalabilidad de la infraestructura empresarial.
"Sabemos que, en términos de precios, algunos proveedores mexicanos pueden competir con proveedores asiáticos. Sin embargo, la cercanía de México con nuestra planta en Texas nos permite reducir tiempos de entrega significativamente. Para nosotros, contar con un proveedor a 24 horas de distancia en transporte terrestre es una ventaja competitiva", afirmó.
Además, resaltó la alta calidad de la mano de obra mexicana y la capacidad de las empresas para escalar su producción en función de la demanda.
"Muchas empresas con las que ya hemos platicado han visto en esta oportunidad un punto de justificación para invertir y expandir sus operaciones", mencionó.

¿Qué proveedor es el mejor?
"Nuestro objetivo es encontrar empresas que tengan una operación sólida y que cuenten con certificaciones internacionales", afirmó Garza.
La certificación ISO 9001 es un requisito básico para que un proveedor pueda aplicar a ser parte de la cadena de suministro de JCB.
"Si los proveedores tienen esta certificación, ya podemos sentarnos a platicar. Si no la tienen, es complicado integrarlos debido a la alineación de calidad global que seguimos", explicó.
Para los proveedores interesados en trabajar con JCB, la empresa ha definido un proceso estructurado que comienza con una evaluación inicial de la compañía.
"Lo primero es que el proveedor nos envíe una presentación con información básica sobre su empresa, sus capacidades y su experiencia en la industria", indicó Garza.
Posteriormente, si el proveedor es un candidato viable, se le solicita la firma de un acuerdo de confidencialidad (NDA) para compartir información técnica y requerimientos específicos. Luego, se envía una solicitud de cotización (RFQ), donde el proveedor debe entregar su propuesta económica.
"Si la cotización es competitiva, se programa una auditoría con nuestro equipo de Supplier Development Engineering para evaluar sus instalaciones y procesos", detalló.
En caso de aprobar la auditoría, el proveedor es dado de alta en el sistema y recibe sus primeras órdenes de compra, las cuales inicialmente se destinan a pruebas en la sede de JCB en Reino Unido. "
Aunque nuestra planta en San Antonio arranca en 2026, queremos hacer el onboarding de proveedores en 2025 para que en los primeros meses del 2026 ya tengamos los primeros envíos de inventario de seguridad", mencionó.