Permanecer sentado más de 8 horas al día, ya sea en el trabajo o mirando la televisión, puede traer serios problemas para la salud.
Estar detrás de un escritorio es algo que pesa mucho a los trabajadores, ya que mientras más tiempo pasa una persona en su escritorio, más propensa es a tener sobrepeso.
Casi todos pasamos buen parte de nuestras vidas en el lugar donde trabajamos. Con la actual epidemia mundial de obesidad muchas enfermedades están en crecimiento tal es el caso de la diabetes, hipertensión, problemas de colesterol y triglicéridos altos.


Algunos estudios señalan que un empleo sedentario puede inmovilizar gradualmente los músculos y hacer que se pierda la habilidad de metabolizar azúcares y grasas con la eficacia necesaria, lo que podría elevar el colesterol y aumentar el riesgo de padecer diabetes.
Desde 1950, estos estudios descubrieron que la gente con empleos sedentarios, eran dos veces más propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares que las personas con trabajos activos.



Factores de riesgo :

a) heredofamiliares , tienen relación con la genética familiar y la cultura alimentaria de la familia de origen. Muchos casos de obesidad, deriva de una ingestión exagerada de alimentos (tipo exógena), factores estrechamente vinculados con hábitos de vida tempranamente adquiridos y no trasmitidos genéticamente, sino aprendidos. Hay investigaciones que constataron que el riesgo de obesidad aumenta en los niños cuyos padres (uno o ambos) tienen sobrepeso o son obesos.
b) psicoculturales: el aumento del sedentarismo, debido a diversos tipos de trabajo sedentario que impuso el avance tecnológico. La tecnología posibilitó nuevos hábitos sedentarios con la incorporación de la computadora e Internet como parte de la rutina diaria. Si bien la televisión es un electrodoméstico más en los hogares, es una forma más de sumar horas al sedentarismo diario. Los hombres adultos tienen dos veces más probabilidad de llegar a ser obesos si pasan más de 3 horas viendo televisión en comparación con quienes apenas pasan una hora diaria frente al televisor.


Todos los que pasan mucho tiempo fuera de su hogar, deben buscar en su agenda diaria un momento para comer y muchas veces, no es tan fácil de encontrar. Es aquí donde los casos de desordenes alimenticios son más frecuentes de lo que nos imaginamos, los trabajadores comen de prisa y se alimentan de manera poco saludable, debido a las horas tan demandantes en una oficina de trabajo
Para reducir el sedentarismo en la oficina, es recomendable aplicar algunos ejercicios como estirar las piernas y moverse por los pasillos sólo cinco minutos cada cierto tiempo
La falta de tiempo es la causa principal por la cual las personas no pueden ordenar su alimentación dentro de la jornada laboral. El sedentarismo, el comer rápido y los malos hábitos pueden ocasionar problemas de obesidad, muchas veces difíciles de revertir.


Las comidas rápidas, los dulces y el café, sumado a la falta de actividad física, se han transformado en las comidas que nos permiten ahorrar tiempo y retomar de manera más inmediata nuestras funciones. Sin embargo, no consideramos el daño que nos estamos haciendo, llegando incluso, en algunos casos al sobrepeso u obesidad, enfrentándonos a un problema cada vez más frecuente dentro de este mundo tan desarrollado.
La alimentación es uno de los factores que con mayor seguridad e importancia condicionan el desarrollo físico, la salud, el rendimiento y la productividad de las personas, por lo que es importante adaptarla a la actividad laboral, lo que contribuirá a mantener el cuerpo más saludable, una mente activa y un mayor nivel de bienestar.


Una buena alimentación, además de contribuir al bienestar de los empleados, constituye un buen negocio para las empresas, ya que aumenta la productividad y la motivación del personal, previene los accidentes, los decesos prematuros y reduce los gastos médicos.