La tecnología no tiene fronteras. Por ello, Renishaw, compañía de origen inglés, se coloca a la vanguardia incursionando al mundo de la additive manufacturing (3D Printing).

›› Alejandro Silva, Director y Gerente General de Renishaw México
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Se trata de una ciencia orientada a la construcción de objetos 3D mediante la adición de una capa tras otra de material para construir objetos físicos. Esos objetos, creados con dicha técnica, se aplican en materiales como plásticos, metales y cerámica.

Renishaw es una de las compañías que visualizó las ventajas de dicha tecnología, por lo que presentó oficialmente su additive manufacturing (3D Printing) en la residencia de la Embajada Británica de la ciudad de México.
Alejandro Silva Cárdenas y Clive Martell, Director & General Manager y Head of Global Additive Manufacturing de Renishaw, respectivamente, develaron detalles de este tipo de elaboración.

“Esta fabricación de hacer las cosas, no es nueva. Pero a diferencia de otras empresas que ya la utilizan, Renishaw viene con la ofensiva del completo servicio. Pero, además, nos diferenciamos por nuestra experiencia”, dijo el directivo, quien explicó que la empresa inglesa ha desarrollado por más de 20 años este producto. “Desde hace tiempo teníamos unas expectativas tremendas sobre esta tecnología. Y, en esa curva de expectativas hoy tenemos un panorama más real de lo que podemos hacer con ella. Estamos aprendiendo a desarrollarla. Y en esa curva de aprendizaje e ilustración queremos llevarla hasta el futuro porque sabemos que los siguientes 5, 10 y 15 años va a modificar la forma de manufacturar las cosas”.

Beneficios

Additive manufacturing (3D Printing) está dirigida a las áreas médica, aeroespacial, automotriz y de energía.
En el área médica, por ejemplo, ayuda a la construcción de implantes dentales, reconstrucciones maxilofaciales y ciertas prótesis dentro del cuerpo humano, entre otros.

Otras virtudes de additive manufacturing son la capacidad de elaborar mecanismos complicados, avanzados y ligeros. Pero, sobretodo, reducción de costos y componentes. Por ejemplo, en una boquilla de avión, en lugar de 25 piezas, ahora se podrán tener 5. Ello implica que, cada una de las turbinas, tendrá un ahorro de seis millones de pesos al año.
De acuerdo con el directivo, la tecnología impresión en 3D se vuelve más interesante para Renishaw por tener una expectativa más clara sobre su utilidad y participación en el mercado.

“Esto nos cambiará la manera de facturar coches, turbinas de avión. Aunque es necesario aclarar que esto no reemplaza los procedimientos de factura que ya conocemos”.
Además, una ventaja que ofrece Renishaw con este lanzamiento es el acceso de esta innovadora tecnología al público en general. “Todos podrán disfrutar a la manufactura aditiva tanto en hospitales públicos como privados y otros tipos de industrias.

“Sabemos que mientras esta tecnología evolucione, se volverá más rentable. Por eso digo que en 10 años más o menos, todo va a estar adherido a un proceso de manufactura de 3D.