En entrevista con Somos Industria, Jorge Alberto Portillo, responsable de compras de material de no producción de Mahle en México, dio a conocer que a partir de este año se buscará utilizar a los mismos proveedores en las 14 plantas que la compañía tiene en todo el país.
Portillo dijo que, aunque sí dedican tiempo al desarrollo de proveedores, en Mahle también toman en cuenta factores como la experiencia y la situación legal de sus potenciales abastecedores.
“No voy a incluir a alguien que no está familiarizado con la industria, sino hasta que lo pongamos al nivel que lo queremos llevar en términos de conocimiento del sistema de calidad, de los requerimientos, del flujo, y del ritmo de la industria. Hasta ese momento lo incorporamos a las filas de nuestros proveedores”, dijo.
Pero ingresar a esas filas de las que Portillo habla, las empresas deben pasar por algunos filtros. El primero es el legal: para lo que las empresas debe destacar por ser un negocio establecido, tener RFC, y contar con una opinión positiva por parte del SAT.
Otro aspecto al que Mahle le pone gran atención en la creación de piezas para la industria automotriz, es que los potenciales proveedores deben contar con un sistema de gestión de calidad y de procesos.
De acuerdo a la necesidad de la compañía, Mahle puede realizar procesos de licitación en los que invita a parte de su padrón.
También dividen su elección de proveedores en A, B y C, dependiendo del tipo de necesidades que tenga la compañía en ese momento.
“Nosotros categorizamos A, B y C, dependiendo del costo, criticidad y el impacto que tienen para la producción o no producción, y de su performance. Tengo que tener claro que mis proveedores A y B deben ser sumamente confiables porque son los que llevan la mayoría de mis commodities, la mayoría de mis costos y la mayoría de la responsabilidad en mis procesos”, dijo.
En ese sentido, el especialista en compras comentó que la elección de un proveedor ya no se realiza de manera tradicional, en la que se privilegiaba el bajo costo por encima de la calidad del producto, sino que ahora es al revés.
“Ahora primero evalúo todo lo demás, partiendo de la legalidad, la parte del sistema de calidad, el manejo de este giro en la industria automotriz, la manera en la que el proveedor mide su servicio, revisamos los indicadores que tienen y luego nos informamos sobre la oferta comercial”, dijo al agregar que: “Muchas veces nos perdíamos en los proveedores competitivos, pero que no ofrecían nada más. Como empresa nos cuesta más caro uno que tengo que desarrollar de cero, a uno que tiene un sistema y que ya tiene algo muy constituido”, explicó el directivo de compras de Mahle México.
Evaluaciones anuales
En el tema de la proveeduría ideal, Portillo opinó que si puede existir, solo que es difícil que ésta se mantenga como tal, por lo que Mahle México se encarga de evaluar el servicio al menos una vez por año, para asegurar que la calidad del trabajo que realiza siga cumpliendo los estándares solicitados.
Además, opinó que a pesar de que los proveedores mexicanos tienen mucho potencial, escasea el apoyo de las autoridades para su desarrollo.
“En general los proveedores en México tienen capacidad, tienen voluntad de crecer, de enfrentar nuevos retos, pero si lo comparamos con proveedores de otros países, cuenta con muy poco apoyo para desarrollarse en temas de tecnología, desarrollo de sistemas de gestión de demanda, partes de medición o sistemas de medición de control numérico, de maquinado y de tratamiento térmico, entre otros”, advirtió.