El especialista apuntó a que es vital que, a nivel global, los bancos proporcionen créditos a la pymes y grandes empresas, para dar certeza a las cadenas de suministro y evitar que la falta de liquidez financiera de las compañías detenga las producciones y, por tanto, la economía mundial.
En un artículo que publicó recientemente en el Financial Times, el también gerente general del Banco de Pagos Internacionales señaló que, a diferencia de la crisis económica del 2008, la banca es una parte más pequeña del sistema financiero, mientras que las finanzas basadas en el mercado se han vuelto más importantes. Dado que las empresas requieren de capital de trabajo para seguir avanzando, y no lo tienen, pues muchos de sus activos totales provienen de cuentas por cobrar, sobre todo si forman parte de una cadena de valor, ahora no tienen cómo continuar su producción, principalmente en un contexto en que los bancos ya no brindan crédito de la misma forma en que ocurría en 2008.
“Los bancos deberían ser parte de la solución, no parte del problema. Ahora es el momento de recurrir a los amortiguadores de balance acumulados que se construyeron mientras brillaba el sol. Para aumentar aún más la capacidad de préstamo, necesitamos una congelación global de los dividendos bancarios y recompras de acciones. Sin embargo, este primer paso puede no ser suficiente”, dijo al agregar que: “Es por eso que debe haber un segundo paso para alistar a los bancos a prestar, utilizando la financiación del banco central para los esquemas de préstamos”.
En ese sentido, el directivo expresó que los gobiernos deberían crear esquemas de garantía para asegurar que los riesgos económicos no se envíen a los bancos o al banco central. Y una forma de hacerlo, dijo, sería proporcionar a cada pequeña y mediana empresa un préstamo garantizado por el gobierno igual a la cantidad de impuestos que pagó el año pasado. Para prevenir el fraude o manipulación, solamente las pymes que fueron rentables en 2019 serían elegibles para recibir un préstamo gubernamental. Esto también facilitaría la administración de estos préstamos pues la autoridad fiscal podría verificarla.
Globalización
Para el expresidente del Banco de México, esta medida, debería ser llevada a nivel mundial, lo que aportaría a que la cadena de suministro no se “despegue” por falta de liquidez de sus eslabones.
“Una crisis en el mercado financiero necesita soluciones basadas en el mercado. Para que la liquidez del banco central llegue a los rincones más lejanos del sistema financiero, debe dirigirse directamente a las personas y empresas que más lo necesitan. De lo contrario, las acciones del banco central pueden estar presionando una cadena”, opinó. Muchos de los activos de las compañías, y de donde provienen sus ganancias para seguir dando movimiento a sus negocios, son las cuentas por cobrar. El dinero adeudado por otras empresas en la cadena de producción, constituyen una parte sustancial de los activos totales.
“La cadena entrelazada de cuentas por cobrar y por pagar es el pegamento que mantiene unidas a las empresas en una economía, sin mencionar las cadenas de suministro globales”, externó Carstens.
Banxico promueve apoyos
La Junta de Gobierno del Banco de México aprobó medidas adicionales orientadas a proveer liquidez para mejorar el funcionamiento de los mercados internos; fortalecer los canales de otorgamiento de crédito en la economía y promover el comportamiento ordenado de los mercados de deuda y de cambios en nuestro país. Las acciones aprobadas apoyan al funcionamiento del sistema financiero por 750 mil millones de pesos. Al sumarse a lo ya implementado, el total es equivalente al 3.3% del PIB de 2019.
Banxico anunció que, para facilitar créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como a personas físicas afectadas por la pandemia, se ha decidido proveer recursos a las instituciones de banca múltiple y de desarrollo para que éstas, a su vez, los canalicen a las compañías.
“El Banco de México liberará recursos asociados al Depósito de Regulación Monetaria (DRM) o, de ser necesario, proporcionará financiamiento a plazo de entre 18 y 24 meses, con un costo igual al objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día, a las instituciones de banca múltiple y de desarrollo que financien a las empresas y a las personas físicas antes señaladas con recursos adicionales”, expresó la banca en un comunicado.
El monto del programa será de hasta 250 mil millones de pesos y podrá ajustarse en atención a las condiciones prevalecientes en los mercados financieros. El Banco de México prevé que las primeras nueve medidas estén en vigor hasta el 30 de septiembre de 2020.