La inversión extranjera directa (IED) ha ido en aumento en todo el mundo, sobre todo en los últimos años, y es la forma más común de flujo de capital entre fronteras. Y México no se ha quedado atrás, pues ha resultado atractivo para compañías de diversos giros y de diversos países.
La llegada de nuevas inversiones trae beneficios al país, entre ellos destaca el desarrollo económico, la generación de empleo y de negocio, y el crecimiento en producción y ventas de pequeñas y medianas empresas.
Óscar Silva, socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG México comentó que la llegada de empresas extranjeras que se dedican a la manufactura, por ejemplo, trae consigo un efecto multiplicador de 1.6 en ganancias.

Óscar Silva, socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG México.
» Óscar Silva, socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG México.

“Es decir por cada armadora que abre o por cada empresa de autopartes que abre hay un efecto de 1.6 en la economía, por todos los nuevos servicios que demanda, que no son solo servicios de empresas automotrices per sé, sino que cuando se abre una nueva planta, los empleados van a necesitar transporte en el área circundante, necesitarán servicios de limpieza, y muchos otros servicios que no son necesariamente de la industria”, dijo Silva, quien agregó que si existe un efecto positivo que se dirige a otras partes de la economía y que afecta positivamente a las pymes en el país.
Además, abundó en que los empresarios deberían mantener contacto permanente con las empresas tractoras y trabajar en temas de entregas a tiempo.

Ricardo García, gerente de operaciones de DIGA
» Ricardo García, gerente de operaciones de DIGA

Cabe destacar que la llegada de inversión extranjera para el sector automotriz ha obligado a las empresas locales a crecer y prepararse para competir a nivel global.
Y para el director general del Clúster Automotriz de Nuevo León, Manuel Montoya las oportunidades de negocio dentro del sector son grandes, solamente es cuestión de que los empresarios decidan acercarse y saber con quién hacer negocio para alcanzar el éxito.
El especialista admitió que ingresar al sector es complejo y para ello se requiere de empresarios “atrevidos y que les gusten los fierros”, dispuestos a aprender e invertir.


“La empresa debe tener un estudio de mercado, no es algo que se haga en automático, tiene que saber qué pieza del vehículo podría elaborar y esperar a ver quién lo hace actualmente y tratar de integrarse a esa cadena. Yo creo que son sus procesos, si ellos (las empresas) dominan sus procesos, si saben de maquinados, forjados, inyección de plásticos, no tendrán problemas para incursionar en la industria automotriz”, dijo.
Montoya puso como ejemplo a la empresa ISGO, la cual incursionó en el sector automotriz al diversificar sus servicios de inyección de piezas plásticas.


“Otro ejemplo es Nava Hermanos, empresa que produce estampados para la industria de electrodomésticos, pero que ya también se integró al sector automotriz”, dijo el directivo, quien agregó que las empresas también deben voltear a ver otros procesos del sector en los que hay grandes áreas de oportunidad, como los molinos de acero o las empresas que hacen piezas de aluminio, las cuales serán cada vez más demandadas por las armadoras.
Para el director general del CLAUT es primordial impulsar a las empresas locales para que puedan convertirse en TIER 2 y TIER 3, lo que también fortalecerá a la proveeduría nacional.
“Yo creo que tenemos que seguir consolidando la proveeduría, seguir buscando empresas que quieran ser TIER 2 del sector automotriz y apoyarlas para que en su momento lo sean”, dijo.


Aprovechan el efecto positivo
Para DIGA, una empresa 100% familiar, la llegada de nuevas inversiones al país, tanto del sector automotriz, como de electrodomésticos y otros más, han tenido un efecto muy positivo.
“Nosotros no seríamos lo que somos hoy, si compañías armadoras automotrices no hubieran elegido a México para instalarse”, dijo Ricardo García, gerente de operacios de DIGA, quien recalcó que su visión ha sido siempre buscar nuevos negocios y ver como sí, integrarse a nuevos mercados, y atender nuevas necesidades industriales.
“Definitivamente, estamos convencidos de que nuestro crecimiento se lo debemos a las nuevas inversiones, a las armadoras y a los Tier 1, quienes nos ayudaron a crecer en ventas y en producción; y también a la confianza que han tenido las compañías en nuestro trabajo, en nuestro personal y en el país”, puntualizó García.


Al paso de los años, dicha empresa se ha superado y ha logrado posicionarse como un proveedor confiable para las nuevas industrias que llegan al país.
Hoy en día, la compañía destaca por fabricar más de 2 millones y medio de piezas y por tener ventas por encima de los 22 millones de dólares.
“Cuando le compramos la empresa a los socios de mi papá que fue en 1996, comenzamos facturando un millón de pesos en un mes y ahora estimamos que para el año 2025 podamos alcanzar un monto de 42 millones de dólares en ventas y podamos fabricar más de 3 millones de piezas”, dijo García.


En sus inicios, la compañía se enfocaba en la fabricación de rollos de espuma y algunos artículos para doble adhesivo, sin embargo, la industria automotriz no figuraba entre sus más potenciales clientes. Y hoy en día, dicho sector representa el 55% de su producción, mientras que el 30% es para el sector de electrodomésticos, y el resto es industrial.
“Desde que tomamos la operación de la empresa comenzamos a hacer más profesionales los puestos, y contratamos a ingenieros de procesos y sobre todo, nos certificamos en ISO 9000-85, y a partir de ese momento se comenzó a generar más negocio. Llegaron inversiones nuevas al país, e ingresamos a negocios con Gela e incluso con IBM”, dijo García, quien agregó que la compañía se empezó a diversificar y vio que el sector automotriz podría ser una excelente opción para su negocio.
Uno de sus clientes más relevantes fue Valeo, quien se acercó a DIGA y le ofreció un negocio, pero para ello, tendrían que prepararse, superarse y pasar varias auditorías.


“Para ser sinceros, al inicio no nos fue muy bien, sin embargo, Valeo nos desarrolló, nos tuvo paciencia y cada tres meses nos dejaba acciones correctivas, tareas y mejoras, y así durante dos años, hasta que logramos ser sus proveedores. Ahora ésta empresa es nuestro cliente más importante”, recordó García.
Después de esos negocios, DIGA comenzó a crecer considerablemente en la industria automotriz. “Para ello comenzamos a invertir en nueva maquinaria, en la profesionalización de algunos puestos de ingeniería y de calidad, y sobre todo, comenzamos a dar un gran servicio a nuestros clientes. Siempre los apoyamos y atendemos sus necesidades”, dijo el directivo.


“Tuvimos crecimientos muy constantes y muy acelerados y gracias a Valeo, es que otros clientes nos comenzaron a conocer, como Faurecia, Plastitiec y otros. Estimamos seguir en crecimiento”, dijo.
El director general de DIGA le adjudica su éxito a varios factores. El primero de ellos es la cartera de clientes tan valiosa con la que cuenta, a la calidad, así como al personal calificado, a su excelente servicio y a la atención personalizada y siempre positiva para manufacturar innovaciones y necesidades industriales.
Para García, el efecto de la llegada de nuevas empresas al país, es notablemente positivo. Y una muestra de ello es la recién apertura de una nueva planta en Guanajuato, y esto para atender a nuevas inversiones de Tier 1 que están llegando a la zona del Bajío.


“La zona es muy atractiva gracias a la llegada de Mazda, Mercedes Benz, BMW y Toyota, así como de todos los proveedores Tier 1 que se están instalando, y a los cuales pretendemos atender desde la nueva planta, la cual está conformada por siete máquinas y cuenta con tres procesos: hojeado, laminado (transferencia del adhesivo a la espuma), y suajado o corte”, dijo García.

Ejemplo de éxito
Una de las empresas que es un claro ejemplo de crecimiento y éxito es ISGO, compañía que se ha beneficiado de la llegada de nuevas inversiones al país.


ISGO es una compañía que inició operaciones en 1967 con la inyección de plástico, en 1995 terminó de fabricar juguetes y comenzó a elaborar productos para la industria automotriz, electrónica, para el hogar y electrodomésticos.
La compañía ha presenciado un crecimiento notorio en su producción y ventas, y parte de ello es gracias a su incursión en la industria automotriz, a la cual ingresó a partir de 1996 con la producción de las carcasas de espejos retrovisores y algunas piezas muy sencillas, como jaladeras para abrir cofres, entre otros.


Pero hoy, la empresa destaca por elaborar piezas y ensambles funcionales, piezas estructurales y de vista; pedales de aceleración, de clima, todos los componentes de los quemacocos, y partes del interior como tableros y puertas, entre otros
“Somos una empresa que se ha ido transformando. Me toco llevar la transformación de una empresa de juguetes hacia productos de hogar, y de hogar a electrodomésticos y de electrodomésticos a automotriz. Y hoy, éste sector es uno de los más relevantes en producción y ventas, pues concentra el 70% de nuestras operaciones”, dijo Ismael Gómez, director general.


“Cuando empezábamos en el sector automotriz en 1995, vendíamos alrededor de 500 mil dólares anuales y desde ese año a la fecha hemos crecido a un ritmo anual de 30% por lo menos.
Hoy en día, la compañía transforma mil 200 toneladas en producto terminado por mes, es decir, alrededor de 15 mil toneladas al año.
Desde sus dos plantas en Nuevo León, una en San Luis Potosí, y una más que están por arrancar en Puebla, la compañía opera como Tier 1 y Tier 2 del sector automotriz


“Llevamos alrededor de 20 años creciendo. Anualmente crecemos en promedio un 35% y las oportunidades siguen estando ahí, las únicas limitantes son el capital y tener el control sobre las operaciones”, dijo Gómez, quien recalcó que la compañía tiene un proyecto con la armadora Daimler que arranca en éste 2018.
Para Gómez, la llegada de nuevas inversiones al país, trae grandes oportunidades, sobre todo en la industria en la que se especializan.


“Nuestra empresa cuenta con estrictos estándares de calidad y de manufactura donde podemos ser muy repetitivos, y con nuestro equipo de ingeniería pre-productiva es que podemos estar generando nuevos proyectos y crecer, aprovechando las nuevas oportunidades”, comentó Gómez.
Para ISGO el cumplir con procedimientos, normas, estándares, fabricar componentes con alta calidad y ofrecer un servicio personalizado al cliente son algunas de las cosas que los han llevado a lograr negocio con grandes compañías automotrices.
Una muestra del crecimiento y el éxito de ISGO en el país es la apertura de la nueva planta ubicada en Puebla, la cual tiene como propósito el atender a las empresas que se ubican alrededor de la Ciudad de México y Puebla, como lo es Audi y VW, así como a Ford, Nissan y otros clientes Tier 1.
“La creación de esta planta significa cubrir 400 kilómetros a la redonda”, dijo Gómez.