Después de haber logrado aislar una molécula de un biopolímero que fuera capaz de ser transformada en plástico biodegradable en el 2011, es en éste año que Biofase anuncia su mayor logro: la creación de su gran planta productora.
La compañía destaca por ser la única empresa en el mundo que produce bioplásticos gracias a la extracción de un biopolímero de la semilla de aguacate.
Para la creación de la planta, Biofase destinó una inversión de 16.5 millones de pesos, que provienen de gobierno federal e inversión privada. Ubicada en Morelia, Michoacán en una superficie de terreno de 3 mil metros cuadrados, la planta de Biofase podrá generar 35 nuevos empleos.
Dicho recinto tendrá la capacidad para generar 500 toneladas mensuales de bioplástico, con lo que se podría eliminar del ecosistema la producción de 20 millones de botellas mensuales. Y es gracias a dicha capacidad que la planta de bioplásticos se destacará por ser la más grande en Latinoamérica, y la única en el mundo en utilizar la semilla de aguacate para producir resinas biodegradables.
“Con la creación de ésta planta productiva, esperamos tener el market share en México de aproximadamente 30%, y así poder acceder al mercado americano”, dijo Scott Munguía, Director General de Biofase, compañía que ha sido calificada como uno de los 50 negocios más innovadores del mundo, y como la mejor empresa verde.
“En el 2014 también fue reconocida como la segunda mayor innovación a nivel global en la industria del bioplástico, lo que nos ayudó a capitalizarnos para crecer y pasar de ser un start up a una gran empresa productora y extendernos a mercados internacionales”, puntualizó Munguía.
Anteriormente la empresa recurría a la maquila de sus productos biodegradables como los son cubiertos y bolsas, pero gracias a la nueva planta en Morelia, se logrará atender directamente las necesidades de grandes industrias en México y a nivel mundial.
“Nuestros cubiertos que tenemos en algunos retail se hacen con resina híbrida, los cuales se degradan en 240 días, en comparación con un cubierto de plástico común que tarda hasta mil años para degradarse. Esa es la ventaja al medio ambiente de nuestros productos”, dijo Munguiía, quien agregó que la empresa cuenta con tres centros de distribución uno en Monterrey, Guadalajara y Morelia, además exportar a Guatemala a través de un distribuidor.
Cliente potencial
Todas las empresas que se dedican a hacer empaques y que buscan dar una atención más eficiente al cliente, pueden recurrir a las resinas de bioplásticos. Desde aquellas que se dedican a la inyección y extrusión de plástico, termoformado, hasta aquellas especializadas en el empaque de alimentos, embalaje, agrícola y medicina, entre otras más.
“Nosotros vendemos la materia prima que es la resina de bioplástico, todas las compañías que venden y fabrican productos finales, podrán acceder a nuestro material, ya que podemos añadirle diferentes componentes a nuestras resinas para regular las propiedades mecánicas, físicas y de degradación”, señaló el directivo.
Munguía destacó que una barrera enorme que acontece a los bioplásticos, es el precio, el cual es dos veces más caro que el plástico convencional, pero gracias al esfuerzo de Biofase y de las expectativas que se tienen del mercado, es que a partir del mes de marzo, hasta el 15 de octubre la compañía venderá la resina de bioplástico al precio estándar del plástico convencional, tal como lo es el polipropileno, polietileno y poliestireno.
Oportunidad en nicho de mercado
Se estima que a nivel mundial más del 80% de los bioplásticos se producen con fuentes naturales como el maíz y la papa, pero Biofase logró recurrir a un desecho natural para generar un nuevo negocio: la semilla del aguacate, la cual proviene de los desechos que muchas empresas en México utilizan para la fabricación de aceites, fármacos, y pastas, entre otros.
Munguía comentó que en el país existen más de 30 mil toneladas de aguacate desechadas y que no tienen ningún uso, por lo que Biofase decidió aprovecharlos. “La cantidad de desecho de semilla de aguacate en el país, puede satisfacer por su capacidad hasta el 20% del mercado global de bioplástico”, dijo el directivo.
Mercado de valor
Cabe destacar que la industria de los biopolímeros es muy representativa, pues durante el 2014 representó ventas por 80 millones de dólares y pronostica ventas de 200 mil millones de dólares para el 2024. Se estima que la demanda de bioplástico a nivel global está calculada en 890 mil toneladas y para el 2017 crecerá hasta 2.9 millones de toneladas.