¡Una calurosa bienvenida al cliente!
Alba Peña/Colaboración Especial
¡Qué importante función y qué trascendental la de atender el teléfono! Si ponemos en perspectiva a quien contesta ese famoso número, visualizaremos que pudiera ser la diferencia entre obtener o no un nuevo negocio, entre captar a un nuevo cliente o dejarlo ir, entre alcanzar o no la meta de venta del mes o inclusive del año, un simple “a sus órdenes” o “con gusto”, pudiera ser el detonante de recibir una oportunidad de negocio o perderla.
Y quizás amables lectores, pudieran no coincidir conmigo en este rubro, sin embargo, para muestra basta un botón, recientemente en la búsqueda de proveedores con capacidad abierta de maquinado, tratando de encontrar hogar para 300 números de parte, nos topamos con la increíble sorpresa en varias empresas de no poder hablar con nadie del área de ventas, tampoco con el Gerente de Planta, simplemente porque la persona al frente del teléfono, pareciera que tuviera las precisas instrucciones de no permitir ninguna conversación con los responsables, y que proporcionar un correo electrónico para establecer contacto con ellos, fuera el error más grande que pudiera cometer, los propietarios de estos negocios jamás se enteraron de que hubo un cliente potencial que les llamó para invitarlos a participar en un negocio lucrativo y conveniente, que pudo haber significado crecimiento, generación de más empleos, inversión, mayor facturación así como estabilidad, y lo más triste, nunca lo sabrán.
En este espacio hemos hablado de lo crucial que resulta la ejecución y el aprovechamiento de las oportunidades, pero si nuestros canales de comunicación con el mundo exterior, se encuentran bajo llave, resguardados por el recelo y desconfianza a cuanta persona intenta contactarnos, no será posible lograrlo.
Vivimos momentos de reto y transición, tiempos de cambio donde los vientos de la innovación soplan fuertemente y traen consigo importantes oportunidades de negocio, es clave para la industria mexicana y su cadena de suministro reconocer el momento en que vivimos y aprovechar la falta de popularidad que China empieza a tener, esa pérdida del encanto oriental que hace que nuestros vecinos inmediatos y los no tanto, volteen nuevamente con ojos de curiosidad hacia tierra Azteca. Pero para concretar estos retos, habremos de capacitar a todos y cada uno de nuestros colaboradores para volvernos sensibles al hecho de que en realidad, como decía al calce una de las famosas canciones de Timbiriche “Tú y yo somos uno mismo”, porque efectivamente el equipo de ventas lo conformamos todos: el guardia que recibe, la recepcionista que contesta, el ingeniero que diseña, el operador que fabrica, el supervisor que verifica la calidad, la persona en embarques que hace los envíos, el chofer que transporta la mercancía… ¿a quiénes sirven todas estas personas? ¿Para quién trabajan? ¿Por qué siquiera tienen trabajo? Respuesta fácil y sencilla la respuesta: para nuestros clientes, así que sin mayor preámbulo, ¡una calurosa y amable bienvenida a todos ellos!
Un veraniego y “abrazador” saludo a todos los lectores de Somos Industria, esperando disfruten de esta temporada vacacional.