Sin duda a lo largo de los últimos 20 años, cada una de las diferentes administraciones en los Estados Unidos, Canadá y México, han tenido sus propias reuniones o cumbres, que en algunos casos han tenido impacto directo en las relaciones de los tres países y en otras, lo hacen solo por cumplir una obligación sin expectativas. Esta última reunión pareciera ser que así fue.

No obstante que este tipo de reuniones en muchos de las ocasiones, pareciera no tener “substancia”, o un “plato fuerte” como lo fue en esta última ocasión en Toluca, sirven a su vez para que haya un mejor acercamiento entre los mandatarios de los 3 países. A pesar de que el Presidente Peña Nieto buscó un “más allá” para el TLCAN, como literalmente él lo manifestó, son al final del camino, declamaciones que parecieran no tener substancia o sonar “huecas”; sin embargo, ponen de manifiesto aún muchos retos que faltan de obtener del TLCAN, en referencia a expectativas que no sólo aún se están esperando del TLCAN desde hace 20 años, sino que representan aún enormes retos, principalmente para nuestro país que es el menos desarrollado de los 3. Las peticiones de nuestro país, previo a la reunión cumbre de Toluca, fueron prácticamente rechazadas por los Estados Unidos y Canadá.

A pesar de que el tema de la reforma migratoria es un tema, “doméstico” para los Estados Unidos, para nadie es un secreto que es un tema de mayor prioridad para nuestro país, en virtud de la población mexicana “legal e ilegal” que vive en los Estados Unidos. Para el Presidente Obama, es claro que nuestro país no es su prioridad, ni la de él propio, ni la de los Estados Unidos. Por su parte el Presidente Peña Nieto ha sido muy cuidadoso al expresar igualmente que cualquier reforma migratoria es un tema que corresponde al Congreso de los Estados Unidos eludiendo una cuestión “espinosa” sobre la cual no tiene ninguna influencia. Por su parte, el Gobierno Canadiense fue muy claro al manifestar que por ahora no vislumbra en el corto plazo, eliminar el requisito de las Visas de entrada para ciudadanos mexicanos que pretendan ingresar a territorio canadiense. Tenemos un libre tráfico de productos e irónicamente no de personas. Quizás lo único que nos quedaba, era que hubiera una manifestación de que les hubiera gustado el chorizo y ni eso hubo toda vez que no lo probaron. Quizás para la “otra” como lo manifestó el propio Presidente Obama…

No obstante de la falta de resultados concretos en la pasada Cumbre de los 3 líderes en Toluca, si ha habido manifestaciones hacia nuestro país en referencia al combate a la inseguridad que atenta contra los inversionistas, turistas y que implica el incremento de costos de las empresas y a su vez, reduce la integración comercial de las mismas. Sin duda es una gran ventaja tener de frontera, al mayor mercado del mundo, sin embargo, a su vez implica la obligación de nuestro país de proveer las más mínimas garantías de seguridad y evitar el peligro del robo de mercancías camino a la frontera, por parte de los carteles en México, cobro de “piso” que reciben parte de los dólares de exportación a cambio de seguridad o peor aún, secuestro de directivos de empresas multinacionales. Existen enormes retos todavía, a 20 años del TLCAN. México aún enfrenta todos los grandes desafíos que le puede implicar a un país en vías de desarrollo como el nuestro.

Por otro lado, los más grandes retos se encuentran en la estructura industrial y económica de nuestro país. Nuestra base económica todavía es muy limitada, ya que se encuentra proyectada como fuerza base, en las miles de microempresas que no tienen acceso al crédito, que no capacitan a sus trabajadores ni emprenden innovaciones tecnológicas. Hoy en día, de todas las empresas en nuestro país, el 96.1% por ciento, de todas las empresas mexicanas registradas, son microempresas, a su vez, el 41.3% por ciento del empleo en México, proviene de éstas, sin embargo solo aportan el 18% por ciento del PIB en México. De acuerdo a estudios elaborados por la OECD (Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico), el sector manufacturero en México, debería tener el nivel más alto grado de innovación. Dicho de otra forma, aunque nuestro país ha atraído un mayor número de inversión y genero un balance positivo con Estados Unidos y Canadá, no contribuyo a mejorar la composición de la planta productiva, en donde se encuentra concentrado con la mayor proporción de microempresas comparado con otros 27 países. Continuando con una mejor explicación respecto a los estudios de la OECD, si bien es cierto la economía mexicana elevo en más de un 465% por ciento (saldo positivo) el valor total de las exportaciones hacia los Estado Unidos y Canadá, las importaciones del resto del mundo crecieron tanto que dejaron un saldo negativo en la balanza de mercancías.

Para nadie es un secreto que el saldo favorable del comercio, dentro del TLCAN, con los Estados Unidos y Canadá, se explica por la sencilla razón de que las empresas extranjeras en nuestro país, como parte de nuestras ventajas competitivas, aprovechan la mano de obra barata que nuestro país ofrece, para maquilar productos que reexportan, aprovechando no sólo el TLCAN, sino los más de 12 Tratados y Acuerdos Comerciales que nuestro país tiene con 44 países, sin duda esto último es una ventaja competitiva.

A pesar del incremento de las exportaciones “mexicanas”, gracias al intercambio entre filiales de corporaciones extranjeras o transnacionales asentadas en México, dejando como ya mencionábamos un saldo positivo en nuestra balanza comercial de más de 100 mil millones de dólares, de igual forma ese monto positivo con EUA y Canadá, es el mismo monto en negativo o déficit comercial de nuestro país con China. Tan sólo en el 2013, se compraron mercancías por más de $119 mil millones de dólares y se vendieron apenas $18,511 millones de dólares, de acuerdo al Banco de México (BANXICO). Es decir más del 90% por ciento de las compras a países como China y Japón son insumos y bienes de capital necesarios para producir la oferta exportadora de nuestro país. Dicho de otra formas, irónicamente el saldo final es que México es un país exportador de importaciones que no produce el nivel competitivo que requiere debido a nuestra política industrial que está dominada por grandes empresas dueñas de capacidad financiera, conocimiento y tecnologías de la información. Es aquí en donde están todavía los grandes retos que nos representa el TLCAN a 20 años de su entrada en vigencia.

En conclusión; si bien es cierto los Tratados de Libre Comercio y el TLCAN per-se, es una excelente herramienta de desarrollo, de la misma forma que lo es la mano de obra barata de nuestro país entre una de los muchas ventajas competitivas que ofrecen tanto el TLCAN como el resto de los TLC´s, aún falta mucho por hacer; Soy fiel creyente y además promotor de la Inversión Extranjera y buscamos que esto aumente y continúe en México.

No obstante, como mencionaba en párrafos anteriores, aún tenemos enormes retos por avanzar y hacer de nuestro México, un país más competitivo. Su base industrial y comercial como son las MIPYMES, que representan como ya decíamos el 96% de las empresas en México y el 41% de la mano de obra, es a éstas a quienes nuestro país y autoridades, principalmente del sector económico, se encuentran o nos encontramos en deuda con ellas. Las MIPYMES requieren una mayor apertura a créditos que les permita innovar, capacitar a sus trabajadores y sobretodo crecer y hacer de éstas MIPYMES una verdadera fortaleza industrial que representen en el mediano plazo o cuando menos en un futuro no lejano, al menos el 36% del PIB de nuestro país. Pareciera difícil, pero los grandes retos del TLCAN a 20 años de su entrada en vigor, es hacer de un México, más competitivo al actual.

 
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Samuel Peña

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