Y para llevar a cabo esto, existen un sinnúmero de herramientas y estrategias, una de ellas, sumamente efectiva, que desde hace algunos años se ha vuelto muy popular, son las subastas electrónicas. Aunque algunas empresas no son nada felices participando en dichos eventos, la realidad de las cosas es que son sumamente prácticas, y si lo analizamos bien, igualmente benéficas aún y si no se resulta ganador del negocio, probablemente en este momento, amable lector, pudieras no estar muy de acuerdo conmigo, especialmente si te ha tocado participar sin suerte.
Pero si lo analizamos a detalle, podremos ver las enormes ventajas:
1) Normalmente participar en uno de estos eventos no tiene costo para los proveedores (con algunas excepciones).
2) Existe una capacitación para el uso de la plataforma o software, permitiendo a los participantes mantenerse al día en la tecnología disponible en el mundo de los negocios.
3) Hay una visibilidad total con respecto a la competencia, es decir, cada participante, tiene la posibilidad de llevar a cabo un “bench mark” sin costo alguno, ya que se tiene acceso a los niveles de precios de empresas similares.
4) Y quizás lo más importante, hay un verdadero ahorro de tiempo en la negociación, evitando el interminable “estira y afloja” que normalmente se hace a ciegas y con muy pocos datos, mientras que en una subasta electrónica, si hay oportunidad de dar un mejor precio, lo haremos porque no hay tiempo que perder, siempre y cuando siga siendo conveniente para todos.
5) Existe una transparencia en el proceso y claridad con respecto a por qué ganamos o perdimos algún negocio.
Las ventajas anteriores podrán darse siempre y cuando la pre-selección de los proveedores se haga de manera correcta e invitemos a participar a empresas similares (las famosas “Peras vs. Peras”) lo hagamos con el tiempo suficiente y sobre todo, exista un trabajo completo de preparación, aclaración de dudas y entrega oportuna de las respuestas.
Quizás la clave del éxito en una subasta electrónica, recaiga básicamente en la estrategia de participación, es decir, es sumamente importante generar una propuesta máxima y mínima que nos permitirá “jugar” con los números durante el evento, manteniéndonos siempre dentro del rango de precios que podemos ofertar, es decir, “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”
Un afetuoso abrazo a todos los lectores de Somos Industria
Grupo Prodensa
Alba N. Peña
VP Sourcing
apena@prodensa.com.mx