Emprendedores deben ser flexibles

A sus 13 años, Carlos Bremer inició su primer negocio: venta de calculadoras y para ello, se acercó a los capitanes de empresas regiomontanas y comercializar los aparatos.
Uno de ellos, Marcelo Garza Lagüera, ex director general de Grupo Orión, confió en él y en lugar de comprarle las calculadoras que vendía, le ofreció un cheque con las utilidades que dejaría la venta total de su producto, pues afirmó que a los emprendedores era necesario apoyarlos. Y éste, fue el motivo que lo llevó a formar parte del programa de televisión Shark Thank, aún y cuando él nunca pensó que terminaría apareciendo en la pantalla chica.

Dicha anécdota, fue expresada por el mismo Carlos Bremer ante un grupo de emprendedores durante el Foro de Negocios de Expo Pyme 2018 que se llevó a cabo en Monterrey y que es organizado por la Cámara de la Industria de la Transformación.
“(Marcelo Garza Lagüera) me dio un cheque por la utilidad, me dijo: yo no necesito las calculadoras, pero te doy el cheque por la utilidad porque para mí es importante que seas emprendedor. Y por dicha razón es que formé parte del programa de televisión Shark Thank. A mi eso a mí me dejó cimbrado, y esos son los empresarios de Monterrey, esos son la clase de líderes de los que tenemos que aprender. Motivar e intentar aprender de los demás y hacer lo que uno puede”, comentó el hoy presidente y director general de Grupo Value, ante un auditorio donde se encontraban reunidas más de 200 personas.

El empresario y director general del grupo no bancario con mayor crecimiento y rentabilidad en los últimos años en el Sistema Financiero Nacional, opinó que las pymes son el futuro de México por el hecho de que ayudan a la generación de empleos, enaltecen la economía nacional y al mercado interno.
Su charla giró alrededor a las altas y bajas que vive un emprendedor cuando decide entrar a cualquier negocio.

Emprendedor desde joven
En su experiencia, así como tuvo éxito con la venta de calculadoras y ganó dinero (que incluso utilizó para instalarle el clima a su auto), su segunda apuesta fue una tienda de videojuegos en la Purísima falló y perdió “hasta la camisa”.
Bremer recordó entonces que apostó un par de veces más, la primera en organizar excursiones con niños durante el verano y luego, ya casi al entrar a estudiar al Tecnológico de Monterrey, se le ocurrió ofrecer acciones a los papás de esos niños, lo que le llevó a convertirse en financiero.

“Entiendan que tienen que ser flexibles a lo que el destino les depara. Si de repente ven que hay que hacer un giro de 360 grados o cambiar, hay que hacerlo, y no temer. Hoy es el momento de echarle ganas, siempre hay cosas que podemos ver muy negativas y que nos pueden poner a temblar, pero hay que tratar de hacerlas a un lado y pensar positivo y hacer lo necesario para lograr nuestra meta”, externó a los asistentes.