Uno de los paradigmas más comunes en el mundo de los negocios, es creer que solo las personas extrovertidas, locuaces y de gran habilidad para caer bien así como hacer amigos, pueden ser vendedores exitosos.
Claro está que esos “dones” ayudan a crear relaciones y abrir puertas. Pero no es el único camino para ser un vendedor profesional de éxito.
En mi caso personal, quienes me conocen saben que soy comunicativo, seguro y convincente, en mi aspecto profesional. Por el contrario, en mi mundo personal, soy más bien introvertido, poco afecto a ir a reuniones y actividades sociales (a las que debería ir mucho más, ¡eso es seguro!), y de estilo más bien analítico y metódico (cuadrado, diría mi esposa).
Sin embargo, vender es parte de mi negocio. Entonces, siguiendo algunos de los puntos siguientes, y esforzándome en practicar, practicar y practicar, cabalgando sobre mis fortalezas y tomando responsabilidad sobre mis debilidades, ahora soy un vendedor profesional de alto nivel, lo que me permite tener un negocio creciente y exitoso. Y sobre todo, al día de hoy… ¡amo las ventas y amo vender así como enseñar a vender!
Tips de venta para la gente tímida
Prepárate para vender: la venta profesional es una técnica, es un método que necesitas aprender, seguir y dominar con la experiencia. Lee, estudia escucha audio-libros, ve a talleres de venta profesional. Autores como Brian Tracy, Zig Ziglar y Alex Day pueden orientar esta parte de tu desarrollo.
Sé persistente. ¿Qué importa si te critican? Si crees en tu producto y en ti, debes insistir en tu idea.
Di “¡hola!” a todo mundo. Practica con quien no conoces, esfuérzate por hacer eso que no te gusta.
Esfuérzate por departir con gente y hablar en público. Sal de tu casa y oficina: socializa con la gente. Habla con las personas que te encuentras. Pide oportunidades de dar pláticas ante cualquier audiencia.
Mantente ocupado. Si estás siempre ocupado, asistiendo a donde te invitan, en citas, reuniones, no tendrás tiempo de sentirte incómodo o fuera de tu zona de confort. Evita disculparte innecesariamente: Muchos de los que somos tímidos, tendemos a disculparnos demasiado.
Contesta pronto a un pedido de informes o un contacto de prospectos o clientes: la prontitud cuenta mucho.
Deja que ellos lleven el peso de la conversación: tú sólo haz preguntas y escucha. Esto te quitara presión y además, ser un buen oyente es más importante en las ventas que ser un buen orador.
Se tú mismo: Cualquier cosa que hagas, no trates de proyectar una imagen que no corresponde contigo. En lugar de eso, habla con tus clientes de la manera más natural posible.
No tengas miedo de hacer preguntas: Puede que pienses que hacer preguntas haga que parezca que tienes menos conocimientos. En realidad, es al revés.
Sonríe mientras hablas: Tener una sonrisa en tu cara puede ayudarte a alejar cualquier tono ansioso que puedas estar usando inconscientemente. Incluso en el teléfono, ayuda a sonar relajado y amable.
Evita pensamientos negativos: Antes de realizar la visita o llamada, evita pensar en las peores cosas que podrían pasar durante la conversación. Para esto sirve las Afirmaciones Positivas, como lo explica uno de los audios de mi página web.
Apasiónate. Si te emociona mucho lo que vendes, querrás compartirlo con el mundo. Practica mucho. Cada vez que intentas vender y no lo logras en realidad estás aprendiendo a vender mejor, no te frustres y sigue practicando.
Nunca decir
“Esto no es para mí”. “No tengo otra opción”. Si no te gusta algo de tu vida, atrévete a cambiarlo. “No puedo”. ¡Sí puedes! Incluso si estás en un mal momento. “Mis sueños y metas pueden esperar”. En unos años desearás haber empezado hoy. ¡Empieza ya! “Ellos tienen razón, mi sueño es imposible, yo debo estar mal”. Tu corazón sabe lo que es mejor para ti, escúchalo. “Lo haré mañana”. La postergación es el primer factor que hará que no logres tus sueños.