En este momento las empresas comienzan a sentir los efectos de una revolución sin precedentes en sus estructuras y procesos tradicionales derivada del ingreso al mundo laboral de millones de jóvenes nacidos entre los años 1982 y 1994. Son los pertenecientes a la llamada “Generación Y”, quienes con sus características muy particulares están modificando inevitablemente la realidad empresarial.
“Las personas que pertenecen a la Generación Y, quienes nacieron en los años 90’s, es decir que se formaron en una era completamente digital y se han acostumbrado a ello en todos los ámbitos: en tener tecnología para comunicarse, quehaceres domésticos, para socializar, para divertirse, para trabajar, estudiar, etc.”, dijo Soraya Ocañas Galván, Director General de Servicios Organizados de Reclutamiento (SOR).

Para recibir a esta generación y mantenerse a la vanguardia del mercado laboral, es importante generar opciones de horarios flexibles, que permitan minimizar el tiempo de permanencia en la oficina, y además replantear las estructuras tradicionales, para que el fundamento principal sea la independencia, el poder de decisión y el cumplimiento de objetivos pre-estipulados para los empleados.
Las áreas de recursos humanos y reclutadores deben desarrollar nuevos programas de retención y captación de personal, como el crear un nuevo modelo de liderazgo, haciendo participar a la Generación Y en la toma de decisiones importantes, motivándolos con incentivos a corto plazo, premiando sus fortalezas como la innovación, la iniciativa, la conciliación entre la vida personal y laboral.

Otro desafío señaló Ocañas es que con esta generación no compite contra otras empresas, sino contra sus ambiciones personales, así que durante el proceso de reclutamiento y el desarrollo dentro de la empresa es importante saber cuáles son sus expectativas, qué piensan de su rol en la empresa, sus jefes, sus compañeros de trabajo, con el propósito de implementar planes de acción adecuados que retengan, motiven y desplieguen su potencial.
Entre las ventajas que podrán aportar las personas de la Generación Y en primer lugar destaca la capacitación tecnológica.
“No se requiere mucho tiempo con ellos porque ya traen una lógica para el funcionamiento de cualquier software ó gadget que se necesita utilizar. Pocas veces requieren de un instructivo, toman el riesgo a oprimir a los botones sin miedo”, dijo Ocañas.
Estas personas además ayudarán a crear empresas con procesos más sencillos y automatizados, por ende más eficientes, que incitan a la empresa a ser innovadora.
Aunque no existe una cifra oficial sobre el porcentaje de jóvenes que ya se encuentran en la actividad profesional, es evidente que personas de esta generación se gradúan cada seis meses de las universidades del país y salen en busca de una oportunidad buscando organizaciones con las que encuentren afinidad.
La especialista en el tema expresó que la industria debe ir creando planes innovadores que resulten atractivos para esta Generación, además de buscar una buena integración con quienes pertenecen a otras generaciones y que se genere una dinámica en la que la organización se vea beneficiada.

¿Cómo es un empleado
Generación Y?
La Generación “Y” comienza a incorporarse a las empresas y serán ellos quienes en el mediano plazo dirigirán las organizaciones, la cuestión es que esta nueva generación cuenta con características distintas a las anteriores, desde su forma de comunicarse hasta su relación con la tecnología, es diferente. Ahora estos jóvenes buscan contratarse en empresas que estén a la vanguardia y las industrias deben ser atractivas para ellos, de lo contrario en un futuro se nos dificultará contratar personal.
La visión del mundo de los jóvenes llamados la Generación Y, quienes son nativos digitales, son inherentemente dinámicos, creativos, contestatarios y rebeldes; con un permanente enfoque además de acceso a la tecnología, buscan nuevos desafíos así como ambientes que les permitan desatar su talento y a la vez conservar suficiente tiempo libre para emprender sus proyectos personales.

Se estima que un 32% de ellos prefiere trabajar en espacios al aire libre más que en salas de reuniones formales, y el 38% de ellos, aseguran ser más productivos cuando trabajan desde casa que cuando están en una oficina.
En el trabajo tienen una concepción distinta del mismo, buscan el bienestar ahora. No es que estén en contra de trabajar largas jornadas, pero no se sienten conformes dentro del típico horario de oficina o en un cubículo; aspiran a trabajar desde su casa administrando su propia carga laboral.
Además, buscan aprender de manera práctica antes que teórica -el trabajo debe ser una instancia de aprendizaje práctico- y alcanzar resultados concretos, tangibles así como a corto plazo. Destacan por su habilidad para ser muy veloces y efectivos en sus tareas, anhelan un buen clima laboral, un ambiente informal y sobre todo buenos jefes. Ellos se unen a las empresas por dinero pero, se van por los jefes o las malas condiciones de trabajo, lidiar con clientes quejosos o estructuras demasiado verticales.?
Consideran que el principal beneficio que debe brindarles en su empleo es la capacitación, el desarrollo y la posibilidad de relacionarse con gente que admiren.