El trabajo es esencial para la vida, el desarrollo y la satisfacción personal. Por desgracia, actividades indispensables, como la producción en general la extracción de materias primas, la fabricación de bienes, la producción de energía así como la prestación de servicios implican procesos, operaciones y materiales que, en mayor o menor medida, crean riesgos tanto para la salud de los trabajadores, las comunidades vecinas como en el medio ambiente en general.
La Seguridad y Salud ocupacional está enfocada tanto a la prevención como al control de riesgos originados por los procesos de trabajo, tiene como objetivo la promoción y protección de la salud de los trabajadores, la protección al medio ambiente así como la contribución a un desarrollo seguro además de sustentable.
La salud en el trabajo requiere un enfoque interdisciplinario con la participación de disciplinas fundamentales, una de las cuales es la higiene industrial, además de otras como la medicina, la enfermería del trabajo, la ergonomía y la psicología del trabajo.

La seguridad y salud ocupacional debe de llevar las siguientes etapas; identificación de posibles riesgos para la seguridad y salud en el trabajo, evaluación de los peligros, la prevención así como el control de riesgos
Frank Bird en su libro “Liderazgo Práctico en control de Pérdidas” (Publicado por Det Norske Veritas U.S.A 1986), señala que por cada dólar que gasta una empresa en atención médica, como consecuencia de una lesión por accidente de trabajo o por una enfermedad laboral, (gasto visible), se realizarán gastos no contemplados entre cinco y cincuenta dólares los cuales incluyen daños a la propiedad y/o al equipo, gastos legales, daño al producto y material, retraso en la producción, costos en la preparación de personal de remplazo, pérdida de prestigio, etc. Así mismo, indica que el área de ventas tiene que vender adicional a su cuota habitual $1,667,000 dólares para pagar el costo correspondiente a $ 50 mil dólares producto de lesiones o enfermedades de trabajo, presupuestando una utilidad promedio en ventas equivalente a un 3%.
Esta es la parte donde los directivos o empresarios deben de prestar atención, ya que un ahorro malentendido en Seguridad o Salud Ocupacional, puede llevar a ocasionar perdidas muy importantes para la empresa, en el momento en que se suscita un accidente o se diagnóstica una enfermedad laboral, independientemente el incremento de la cuota de la prima de riesgo de IMSS y las sanciones correspondientes por parte de las autoridades de la Secretaría del Trabajo.

Otro ejemplo puede ser cuando se escatiman costos para invertir en un adecuado sistema contra incendio. Cuando ocurre un siniestro debido a que no se contaba en la empresa con número suficientes de hidrantes, hay un mal programa de mantenimiento, o el no contar con red automática, detectores de humo o flama, personal con poco entrenamiento, los gastos derivados serán mucho mayores, pero lo más significativo es que debido a las pérdidas de instalaciones, equipos materias primas, entre otros, que este tipo de contingencias trae consigo, recuperar a los clientes será una labor más complicada que al inicio de las actividades de la empresa, principalmente por una mala reputación que trae consigo este tipo de siniestros.
Desde el punto de vista humanístico, una lesión por accidente o enfermedad laboral, no solamente implica al empleado que la sufre, afecta directa e inmediatamente a los compañeros de trabajo, lo que puede generar malestar o inconformidad, lo cual repercute en la productividad, incrementándose este sentimiento si el riesgo trajo como consecuencia una defunción.