La norma ISO 14001 ha sido revisada y modificada, principalmente para estar alineada a la llamada estructura de alto nivel (HSL, por sus siglas en inglés) con el fin de estandarizar su estructura con las de los sistemas de gestión, de tal forma que sean más comprensibles y las certificaciones combinadas más eficientes.
De acuerdo con cifras de la Organización Internacional de Normalización (ISO) 75% de las empresas mejoraron su desempeño ambiental con la aplicación de este estándar. Cabe destacar que la norma ha sido diseñada para adaptarse a las necesidades de todo tipo y tamaño de empresas, como las de servicios y las PyMEs, ya que la aplicación de sus requisitos permiten generar conciencia, y que los procesos sean más respetuosos con el medio ambiente.
Tomando de referencia la fecha estimada de publicación de ISO 14001:2015 -julio de 2015- toca a ISO y el Foro Internacional de Acreditación (IAF) determinar conjuntamente el período de transición de la misma, por lo que se espera que aquellas organizaciones que están certificadas bajo la revisión 2004, tengan un período de tres años para llevar a cabo su transición hacia la versión 2015.
Actualizaciones relevantes
Los cambios más importantes se orientan a los siguientes capítulos de la norma: contexto de la organización, liderazgo, planeación, soporte, operación y evaluación del desempeño.
1. Contexto de la organización Las empresas deben dar más atención a los problemas e impactos externos en su sistema de gestión ambiental. Las necesidades y expectativas de las «partes interesadas» deben ser mejor entendidas y evaluadas en cuanto a si dan lugar a requisitos específicos.
2. Liderazgo La alta dirección tiene mayor responsabilidad en la eficacia del sistema de gestión y la integración de la gestión ambiental en procesos del negocio. Ya no es explícitamente necesario que se asigne un representante de la dirección, sin embargo, las responsabilidades y competencias correspondientes deben garantizarse dentro de la organización.
3. Planificación El proceso de planificación de gestión ambiental ha sufrido una reestructura y debe considerarse para el futuro. Los impactos ambientales, productos y servicios deben verse desde una perspectiva de «ciclo de vida». La evaluación ambiental si debiera tomar en cuenta además de los aspectos ambientales significativos, los compromisos correspondientes (legales, específicos del cliente), así como los riesgos asociados con los posibles peligros y oportunidades.
4. Soporte Los compromisos con respecto a la protección del medio ambiente deben considerarse más en términos de comunicación así, la representación externa y de informes, deben ser reguladas con respecto a los documentos y registro. Solo el término información documentada se utilizará en el futuro.
5. Operación La programación y el control operacional deberían prestar más atención a los procesos subcontratados, incluyendo los impactos ambientales de los productos y servicios hasta el final de su utilización.
6. Evaluación del desempeño Con base en una evaluación ambiental más completa, se espera que el desempeño ambiental sea más estricto. Esto debe suceder tan pronto como se establezcan los objetivos ambientales, definiendo indicadores para el monitoreo de estos objetivos y así determinar el grado de desempeño medioambiental. La norma ISO 14031 (Gestión ambiental Evaluación del Desempeño Ambiental) es una herramienta a referir para este propósito.
7. Mejora La corrección de las no conformidades, así como el proceso de mejora continua, ahora se centran más en los entornos de la organización y la mejora del desempeño ambiental.
¿Y tú ya estás certificado?
En cifras de ISO Survey-2013, aproximadamente 300 mil empresas en todo el mundo están certificadas de acuerdo a los requerimientos de este estándar, por lo que existen recomendaciones que facilitan a todo tipo de organización, su cumplimiento de acuerdo a la nueva versión de la norma.
Las empresas que ya están inmersas en el proceso de implementación de su sistema de gestión aún pueden certificarse contra la versión 2004, aunque también tienen la opción de esperar hasta que sea emitida la versión 2015 del estándar. Se espera que como parte del proceso de transición, 18 meses después de que la versión 2015 entre oficialmente en vigor, solo se podrán procesar certificaciones iniciales de acuerdo a los requisitos de esta nueva revisión.
Por su parte, para las empresas ya certificadas existen tres recomendaciones básicas: Hacer un análisis GAP o una auditoría de diagnóstico para identificar los cambios necesarios en la organización, así como evaluar si es necesaria capacitación o si los documentos básicos o la documentación del sistema de gestión tienen que ser ajustados
Intensificar inmediatamente la consideración de los impactos ambientales de la cadena de valor de sus productos, procesos y servicios por ejemplo, en relación con la materia prima, proveedores, uso de los clientes, gestión de residuos, etc.
Mantenerse informado sobre el debate público con respecto a la norma y la interpretación de sus requisitos.
Sin duda, más allá de una evolución, las actualizaciones a la ISO 14001, representan una oportunidad para un mundo de empresas, principalmente PyMEs, interesadas en hacer más eficiente la sustentabilidad y ahorro energético al interior de su organización, de la mano con el cumplimiento de estándares internacionales.