La idea que surgiera hace 10 años de comercializar chapulines para comerse como botana en compañía de un buen mezcal, hoy es un rotundo éxito no sólo a nivel nacional sino en el extranjero.
Lo anterior, gracias al proyecto universitario que iniciaran varios jóvenes estudiantes con la comercialización de este insecto preparado con salsas tradicionales de habanero, morita y chipotle, en tiendas pequeñas del Estado de Oaxaca bajo el nombre de Chapurrines.
Poco a poco, su producto fue ingresando a tiendas de autoservicio de renombre como Wal-Mart y Oxxo, por mencionar algunas, lo que permitió que la empresa ganara reconocimiento a nivel nacional y en la actualidad en el extranjero, al exportar parte de su producción a países como de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, entre otros, señaló Iliana Sepúlveda, Gerente de Ventas Internacionales de la empresa Industria Alimentaria (Inalim).
Dicha firma produce 16 toneladas por mes, es decir, 192 toneladas anuales, del cual el 25 por ciento se envía a los países antes mencionados. Estas exportaciones de chapulines, tanto deshidratados como sazonados en ajo o al limón, dejan a la empresa una derrama económica de alrededor 250 mil pesos mensuales que representan al año un acumulado por 3 millones de pesos, con expectativas de que para 2016 asciendan las ganancias a más de 7 millones anuales únicamente en exportaciones.
Actualmente, tanto sus ventas nacionales como internacionales equivalen a 21.6 millones de pesos al año, pero esperan elevarlas a 30 millones de pesos gracias a las exportaciones. Tal es el éxito, que la empresa dedicada al comercio de los chapulines espera dar más brincos a otros países como China o India, donde las personas tienen una mayor costumbre por comer insectos.
Cabe señalar que los chapulines son recolectados en tres estados de la República: Michoacán, Oaxaca y Puebla, que por su alto valor proteínico algunos insectos como estos se consideran la comida del futuro, por lo que se esperan todavía más resultados positivos, auguró Sandoval.