En la década de los noventa el crecimiento industrial y la ubicación geográfica privilegiada posicionaron a Querétaro como un destino sumamente atractivo para desarrolladores de parques industriales que con el paso de los años han encontrado en el estado y la región un crecimiento orgánico y sustantivo. Tal es el caso de Grupo O’Donnell, desarrollador del Parque Industrial O’Donnell Aeropuerto. Conocido originalmente como Parque Industrial El Tepeyac, la constitución de este complejo comenzó en 1994 y para 1996 se inició el desarrollo de la primera fase del proyecto, con 14 hectáreas adquiridas.
“En ese momento no existía el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro. Algo que el señor O’Donnell encontró atractivo fue el cruce de las vías del ferrocarril, tanto de Kansas City como de Ferromex. Ese fue un plus que desde el principio se vio”, señaló Gilberto González, gerente regional del grupo. “Se observaron las avenidas, las carreteras, las vías del ferrocarril y de ahí se determina que es esta una buena ubicación”, dijo. Actualmente se cuenta con más de 150 hectáreas desarrolladas mediante cinco fases, con predios disponibles para cualquier proyecto que se presente, ya sea a través de renta, compra, diseño a la medida o la construcción de algún edificio. González indicó que se contemplan diversos proyectos de expansión en la zona, para lo cual ya se tienen identificados algunos predios.
“Como grupo estamos con unos proyectos interesantes de crecimiento en todo lo que es la zona de Querétaro y el Bajío (…) estamos viendo nuevas reservas para el desarrollo de nuevos complejos”, refirió. Diversificación El primer cliente del Parque Industrial O’Donnell Aeropuerto, fue Johnson Controls, que llegó en 1998; a la fecha, el complejo cuenta con 23 empresas instaladas. Mitsubishi y Sumitomo Riko, firmas japonesas del sector automotriz, fueron las últimas compañías que arribaron al parque (2016). El sector que más predomina es el automotriz, un segmento en el que se cuenta con presencia de empresas que fabrican amortiguadores, resortes y bolsas de aire, entre otras autopartes. También hay establecidas firmas de los sectores metalmecánico, eléctrico-electrónico, químico, agrícola y aeroespacial. En cuanto a origen, se tiene presencia de empresas alemanas, japonesas, mexicanas, francesas, estadounidenses y chinas. “En estos veinte años que llevamos acá ha habido un poco de cambio en la idea original, sin embargo, la mezcla que se fue dando ha conllevado un crecimiento orgánico, sustentable y muy diverso”, refirió González.
El directivo resaltó que hay compañías con tres o cuatro ubicaciones dentro del mismo parque debido a que han encontrado lo que necesitaban en la zona, lo cual les permite seguir creciendo. “La mayoría de las empresas ha llegado para quedarse. Nosotros teníamos reserva para seguir creciendo y las empresas se han mantenido y han crecido aquí con nosotros, expandiéndose dentro del mismo parque”. Al hablar sobre la demanda de espacios y lo que las empresas han encontrado en la zona, González expuso que el clúster automotriz que se ha desarrollado en la región Bajío, aunado a la logística, infraestructura y mano de obra disponible, han sido indispensables para que empresas decidan instalarse en alguno de los desarrollos ubicados en este territorio.
“Les interesa mucho la disponibilidad de mano de obra, la logística, la oferta educativa tanto para personal técnico como para las familias, y en general la calidad de vida que ofrecen ciudades como Querétaro”, planteó.
Infraestructura disponible De acuerdo con González, es la infraestructura disponible lo que da un plus al Parque Industrial O’Donnell Aeropuerto. Al respecto, el directivo destacó que se cuenta con todos los servicios a pie de lote; desde agua -a través de cuatro pozos profundos-, línea de alta tensión, drenaje sanitario, planta de tratamiento propia y gas natural, hasta espuela de ferrocarril, entre otros aspectos. “Otra de las ventajas es que tenemos tanto venta de tierra como renta de naves industriales: ofrecemos toda la gama de servicios”, apuntó. La seguridad que ofrece el Parque Industrial O’Donnell Aeropuerto es que las empresas tendrán todos los servicios a pie de lote, garantizando experiencia en desarrollo para ofrecer un producto acorde a las necesidades del cliente.
Proyección La proyección para 2018, más allá de las elecciones presidenciales, contempla un año positivo en el que se advierte un mercado activo con crecimiento. “2017 fue un año muy bueno para las empresas instaladas en el parque: todas tuvieron crecimiento. Actualmente siguen teniendo proyectos para crecer. Verdaderamente el año 2018 ha empezado muy activo y pensamos que vamos a cerrar con un muy buen año”, concluyó González.